Llegado el verano y con el sol cada vez más fuerte, se deben extremar los cuidados ante las altas temperaturas con la finalidad de prevenir patologías y que nuestro entrenamiento se pueda realizar normalmente.
El agotamiento o colapso por calor es considerado una enfermedad moderadamente grave que se produce como consecuencia de la pérdida excesiva de líquidos o sodio por calor.
El síndrome se caracteriza por mareos o desmayos, sudoración abundante, piel pálida, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales o intestinales, debilidad, visión borrosa y calambres musculares repetidos.
El agotamiento puede anteceder a un golpe de calor, el cual se considera de mayor gravedad ya que puede resultar fatal. Por ello, es imperante actuar de inmediato ante la presencia de síntomas que indiquen un agotamiento por calor.
¿Cómo tratarlo?
Lo primero a realizar es quitar al individuo afectado del sol y trasladarlo a la sombra, levantar sus pies y aportarle una cantidad considerada de líquidos para restituir los fluidos perdidos por su organismo.
En caso de presentarse calambres, se debe incrementar el aporte de sal y si la persona no se recupera rápidamente debe ser trasladado a un hospital o servicio de salud para su adecuado tratamiento.
¿Cómo prevenirlo?
Con la finalidad de evitar el calor excesivo y la pérdida de abundantes sales o líquidos corporales, se debe beber abundante cantidad de agua o bebidas deportivas que puedan hidratar y aportar electrolitos al mismo tiempo.
Se debe evitar la ejercitación en horas de pleno calor, prefiriendo las primeras horas del día o ya entrando en la noche.
La ropa al momento de realizar actividad física o estar al aire libre ante altas temperaturas debe ser ligera y fresca, siendo lo ideal prendas de algodón fino y proteger la cabeza con gorra o sombreros.
La alimentación también puede colaborar en la prevención del agotamiento por calor, ya que la ingesta de alimentos muy calientes o con alto contenido graso pueden elevar la temperatura corporal requiriendo mayor cantidad de líquidos en compensación.
Por eso, se recomienda en días de calor y previo a la ejercitación el consumo de frutas, verduras, líquidos y alimentos o preparaciones frías o refrescantes.
Si el ejercicio físico es de alta intensidad, se aconseja descansar repetidas veces con el objetivo de recuperar la temperatura corporal en cada pausa o descanso.
El entrenamiento físico es mucho más motivador si las temperaturas son cálidas, pero para que éste redunde en beneficios para nuestra salud, es conveniente seguir los conejos antes dichos que pueden evitar serias consecuencias.
No olvides protegerte y tomar precauciones a la hora de realizar actividad física con altas temperaturas, ésto permitirá que tu ejercitación se más gratificante y continúe favorablemente.
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