'Shinrin-yoku': el “baño de bosque” japonés que reduce el estrés y mejora la salud

Desde el país nipón llega la "terapia forestal" que mejora nuestra salud y estado de ánimo

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¿Imaginas que simplemente pasear tranquilamente por un bosque pudiera mejorar tu salud y estado de ánimo? Esa es la idea detrás del shinrin-yoku, un término japonés que significa literalmente “baño de bosque”. No se trata de un baño con agua, sino de sumergirse con los cinco sentidos en la atmósfera del bosque para obtener bienestar. Es una práctica sencilla y natural: consiste en pasar tiempo en un entorno boscoso, de forma calmada y atenta, apreciando la naturaleza. No se trata de llegar a un destino ni recorrer kilómetros, sino de una experiencia tranquila donde nos dedicamos a explorar y sincronizarnos con lo que percibimos​. En este artículo explicamos en qué consiste el shinrin-yoku, qué beneficios tiene según la ciencia, cómo se realiza en Japón y cómo cualquier persona puede practicarlo en su día a día.

¿En qué consiste el shinrin-yoku?

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El shinrin-yoku (traducido como “baño de bosque”) es una práctica originaria de Japón que invita a conectarse con la naturaleza de forma consciente. Fue introducida en la década de 1980 por las autoridades forestales japonesas como una forma de promover la salud pública y el aprecio por los bosques.

En esencia, consiste en adentrarse en un bosque y dejarse envolver por su ambiente, utilizando la vista, el oído, el olfato y el tacto para “bañarse” en la tranquilidad del entorno. A diferencia de una caminata tradicional o una excursión con meta fija, en el shinrin-yoku no hay prisa ni objetivo concreto.

La persona simplemente camina despacio, se sienta o se detiene cuando lo desea, prestando atención plena al canto de los pájaros, al murmullo del viento entre las hojas, al aroma de la madera o la tierra húmeda, e incluso a la sensación de la corteza de un árbol bajo sus manos.

El propósito es desconectar del estrés urbano y reconectar con la naturaleza, algo así como una “desintoxicación digital” al aire libre, dejando de lado el teléfono y las preocupaciones cotidianas​. En Japón, el shinrin-yoku también se conoce como terapia de bosque. Los médicos japoneses incluso lo recomiendan como un descanso saludable lejos de la vida urbana agitada​.

La práctica ha ganado popularidad mundial en años recientes, como parte de las tendencias de contacto con la naturaleza y bienestar (similar a la ecoterapia o el senderismo consciente)​. En resumen, “bañarse” en el bosque significa sumergirse con todos los sentidos en la atmósfera forestal para relajarse y mejorar la salud mental y física.

Beneficios científicos para la salud (mente y cuerpo)

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Pasar tiempo entre árboles no solo es agradable, también tiene efectos medibles en nuestro organismo. Numerosos estudios científicos respaldan los beneficios del shinrin-yoku para la salud física y mental.

El ambiente del bosque induce una respuesta de relajación del cuerpo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. El estado de ánimo y la salud mental también se ven beneficiados por esta práctica en la que pueden aparecer pensamientos positivos y sentimientos de calma.

Uno de los hallazgos más sorprendentes es que el shinrin-yoku puede mejorar nuestras defensas inmunológicas. Investigaciones han mostrado que tras pasar un tiempo en el bosque, aumenta tanto el número como la actividad de los linfocitos NK (células “asesinas naturales” del sistema inmune que ayudan a destruir virus y células cancerosas).

La respuesta a estos efectos puede estar en los fitoncidas, unos compuestos naturales que liberan los árboles, además del entorno en sí mismo. Los fitoncidas son aceites esenciales volátiles que las plantas emiten para defenderse de plagas y microbios, pero que al ser inhalados por las personas tienen efectos positivos en la salud.

Además, la naturaleza ofrece una “terapia multisensorial”: la luz natural, los colores verdes, el silencio roto solo por sonidos suaves, el aire fresco y los aromas vegetales actúan juntos para relajar la mente y el cuerpo. En conjunto, estos elementos explican por qué el shinrin-yoku no es solo agradable, sino también saludable a nivel fisiológico.

¿Cómo se practica el shinrin-yoku en Japón?

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El shinrin-yoku surgió en Japón en 1982 como una iniciativa de salud pública. El término fue acuñado ese año por Tomohide Akiyama, entonces director de la Agencia Forestal de Japón. Desde entonces, el gobierno japonés ha promovido esta práctica como parte de la medicina preventiva para combatir el estrés de la vida moderna.

De hecho, con los años se ha integrado en programas oficiales: existen bosques designados especialmente para “terapia forestal” por todo el país. Cada año, entre 2,5 y 5 millones de japoneses que sufren estrés, hipertensión u otros malestares relacionados con el ritmo urbano acuden a alguno de los 65 centros oficiales de shinrin-yoku distribuidos en Japón​.

Estos centros (reconocidos por la Sociedad de Terapia de Bosque de Japón) ofrecen senderos preparados y personal capacitado para guiar a los visitantes en la experiencia del baño de bosque.

Una sesión típica de shinrin-yoku en Japón suele durar un par de horas. Por ejemplo, en los programas oficiales las caminatas duran entre dos y cuatro horas, cubriendo distancias cortas (aproximadamente uno a dos kilómetros) para poder moverse sin prisa​.

Un guía especializado puede comenzar la sesión indicando a los participantes que relajen la respiración y agudicen sus sentidos. A lo largo del paseo se realizan pausas para contemplar el entorno, respirar profundamente y, a veces, hacer ejercicios sencillos de meditación o estiramientos suaves.

Nada es forzado ni competitivo: se invita a que cada persona encuentre su propio ritmo y disfrute del momento presente. Al finalizar, es común compartir impresiones o simplemente tomar un descanso. En ciertas rutas guiadas, incluso se ofrece al final una ceremonia del té u otra actividad relajante, como cierre de la experiencia​

Consejos prácticos para practicar el “baño de bosque”

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Encuentra tu espacio de naturaleza

Busca un lugar tranquilo al aire libre donde haya vegetación y árboles. Idealmente podría ser un bosque, pero si no tienes uno cerca, sirve un parque urbano, un jardín botánico o incluso la arboleda de tu comunidad. Lo importante es que sea un sitio relativamente silencioso, con verde a tu alrededor, donde puedas caminar o sentarte sin interrupciones.

Muchas ciudades tienen parques grandes que funcionan como “bosques urbanos” donde es posible aislarse un poco del ruido. Si vives en el campo o cerca de montañas, aprovecha esos entornos naturales. Y si no conoces lugares, intenta descubrir áreas verdes locales (por pequeñas que sean) donde puedas escaparte un rato.

Desconecta y sé presente

Al iniciar tu baño de bosque, apaga o silencia el teléfono móvil y guarda otros dispositivos. La idea es realizar una “desconexión digital” temporal para conectar con la naturaleza. Camina sin prisas, respirando profundo, y presta atención a tus sentidos: mira el entorno con detenimiento, escucha los sonidos (viento, pájaros, hojas), toca el tronco de un árbol o las hojas, huele la tierra, las flores o el aroma del bosque.

Evita distracciones como música con auriculares; mejor deja que los sonidos naturales sean tu banda sonora​. Si te vienen pensamientos de la rutina o preocupaciones, déjalos pasar y vuelve la atención al aquí y ahora del bosque. Puedes pensar que este es tu tiempo de calma y nada más importa en ese momento. Poco a poco irás notando cómo tu mente se aclara y tu cuerpo se relaja.

Sin prisa y sin meta específica

Recuerda que no estás haciendo ejercicio ni turismo, así que olvídate del reloj, del conteo de pasos o de “llegar a tal sitio”. En el shinrin-yoku lo importante es la experiencia, no la distancia recorrida. Muévete a un paso cómodo, deteniéndote cuando algo llame tu atención: por ejemplo, observar cómo cae la luz del sol entre los árboles, o cómo corre un arroyo.

Puedes caminar unos metros y luego sentarte en un tronco o bajo un árbol simplemente a estar. También es válido cerrar los ojos unos instantes mientras respiras el aire fresco. Permanece el tiempo que te sientas a gusto; algunos días podrían ser 15-20 minutos, y otros quizá una hora o más.

Referencias

Yi Y, Seo E, An J. Does Forest Therapy Have Physio-Psychological Benefits? A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Int J Environ Res Public Health. 2022 Aug 24;19(17):10512. doi: 10.3390/ijerph191710512. PMID: 36078228; PMCID: PMC9518146.

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Chae Y, Lee S, Jo Y, Kang S, Park S, Kang H. The Effects of Forest Therapy on Immune Function. Int J Environ Res Public Health. 2021 Aug 10;18(16):8440. doi: 10.3390/ijerph18168440. PMID: 34444188; PMCID: PMC8394293.

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