Las algas son plantas o vegetales que a diferencia de los que consumimos habitualmente, se desarrollan en el mar.
Debido a su origen marino, estos vegetales son mucho más ricos en minerales y su consumo aporta algunos beneficios que no podemos obtener de las hortalizas tradicionales.
El alga Kombu es originaria de Japón y constituye una de las más utilizadas. Pertenece al grupo de las "algas pardas" y entre sus riquezas destaca su alto contenido en yodo que puede influir en el correcto funcionamiento de las glándulas tiroides.
Sus nutrientes predominantes son los carbohidratos, aunque no podemos olvidar su alto valor proteico con respecto a los vegetales habitualmente consumidos.
Su valor calórico es escaso, pero su aporte en minerales es abundante, ya que posee hierro, calcio y potasio, todos ellos grandes colaboradores del adecuado crecimiento y desarrollo de músculos y huesos, así como de la contracción muscular y oxigenación de los tejidos.
Contiene ácido algénico que actúa como depurador natural del organismo al facilitar la evacuación intestinal. También aporta ácido glutamínico que permite hacer más digeribles otros alimentos ricos en fibra tales como las legumbres y, al mismo tiempo, saboriza naturalmente las comidas tal como si fuera glutamato monosódico (aditivo saborizante).
No obstante todas sus virtudes, el alga kombu es muy rica en ácidos nucléicos, por lo que su ingesta excesiva puede elevar los niveles de ácido úrico en sangre.
Por otro lado, este alimento de escaso aporte calórico nos brinda múltiples nutrientes beneficiosos para el organismo y es un recurso muy utilizado por vegetarianos estrictos, ya que mediante ésta obtienen hierro y proteínas que, aunque son de origen vegetal, contribuyen a prevenir carencias.
Las algas cada vez se utilizan más en las gastronomía mundial, por lo tanto, es indispensable conocer sus bondades y los nutrientes que podemos aprovechar de éstas.
El alga kombu se puede conseguir en tiendas japonesas u orientales y sólo debemos remojarlas para después cocinarlas e incorporarlas a nuestros platos.
En la dieta del deportista, las algas pueden resultar una gran alternativa para reponer las pérdidas de minerales y agua tras la ejercitación física. Por ello, un plato de cereales enriquecido con alga kombu puede convertirse en un buen bocado para después del entrenamiento.
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