Determinadas características o actitudes y comportamientos pueden ser propios de niños que tienen una gran capacidad de concentración y escucha, lo cual favorece su desarrollo. Así, te mostramos que los niños con altas capacidades tienen este rasgo común, que es una señal de que son felices.
Sordera selectiva y estado de flow
Aunque el término de "sordera selectiva" no existe científicamente hablando es una forma de describir un hábito propio de los niños y adolescentes de ignorar todo lo que le rodea, incluidos los padres, y que se debe únicamente a que han ingresado en un "estado de flow" un concepto que se relaciona directamente con las altas capacidades.
Aunque también puede deberse a que se trata de niños pequeños que no tienen capacidad de prestar atención a varias cosas a la vez, como explica el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, también puede deberse a problemas médicos como dificultades de audición o trastornos del desarrollo, por ejemplo: trastorno del espectro autista.
Sin embargo, está sordera selectiva puede tener relación con este estado de flujo en el que se pierde la noción del tiempo y del mundo que nos rodea, y con la felicidad de los niños.
Estado de flow o estado de flujo hace referencia a un concepto de la psicología positiva acuñado por Mihály Csikszentmiháyi que se relaciona con la creatividad, el talento y la felicidad. Se trata de un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo, hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto la actividad en sí misma.
Así, cuando un niño descubre que algo le gusta es normal que entren en ese estado que aumenta su capacidad de concentración y aprendizaje, siendo esta característica muy frecuente en los niños superdotados, según la psicóloga Patricia Morgenstern, que explica que tienen tanta implicación en la tarea que se quedan absortos.
Cómo explican los psicólogos los psicólogos Olga Carmona y Alejandro Busto en su libro ‘Hijos con altas capacidades: El reto educarlos’, esa sordera selectiva que tienen los niños con grandes capacidades, está relacionada de forma directa con la felicidad.
Cuando parece que están sordos, ausentes y totalmente absortos, lo que están haciendo es involucrarse plenamente en aquello que les fascina y han entrado en un estado de flujo que es la esencia de la felicidad, pues se caracteriza por una sensación de placer continuo.
Esta sordera selectiva no implica que te ignore deliberadamente sino que, según Carmona y Busto, “tu hijo o hija está ejerciendo de sí mismo, están siendo genuinamente felices”. Así, quizás ante nuestro llamado no existe respuesta alguna, pues sinceramente no han registrado y escuchado nuestra voz.
Conocer esto y tenerlo en claro como padres puede favorecer la empatía con ellos e incentivarnos a buscar nuevas formas para llamar su atención que no impliquen gritarle o llamarle a viva voz, sino más bien acercarnos, tocarlos, intentar el contacto físico con suavidad, para que regrese al mundo.
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Imagen | Foto de portada: Andrea Piacquadio y foto 1: Allan Mas
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