Si eres de los que se abruma ante una gran cantidad de actividades o tareas pendientes y culmina frustrado al no poder cumplir con lo estimado, te dejamos un recurso sencillo para organizar tus tiempos y mejorar la productividad: el método 1-3-5.
Qué es y cómo aplicar el método 1-3-5
Para minimizar el estrés y reducir las posibilidades de experimentar ansiedad así como frustración, y por el contrario mejorar el autocontrol así como favorecer la autodisciplina, este método resulta de gran utilidad.
Su nombre describe una forma sencilla de organizar las tareas pendientes para una jornada laboral o un día, y propone llevar a cabo una tarea importante, tres tareas medianas y cinco pequeñas.
Para poner en práctica este método lo primero será hacer una lista de las tareas pendientes y ordenarlas de acuerdo a su prioridad, eligiendo una que demande gran esfuerzo y tiempo para concretar a lo largo de un día, y acompañar la práctica de la misma con tres tareas medianas y cinco pequeñas.
Las tareas elegidas pueden tener una relación entre ellas o pueden no tener nada que ver una con la otra, pero ayudarán a establecer horarios, organizar los tiempos del día y concretar poco a poco las actividades o tareas establecidas.
De acuerdo con el orden que propone este método, resulta fundamental realizar en primer lugar la tarea que mayor esfuerzo demanda, es decir la actividad más grande, ya que de esta forma aprovecharemos al máximo nuestra productividad en los inicios de la jornada mientras que en segunda instancia realizaremos las tareas medianas y dejaremos para lo último las tareas pequeñas.
Este método que se asemeja mucho al método 3-3-3 puede combinarse con otros recursos que ayudan a favorecer la concentración y a potenciar la productividad, aprovechando los mejores momentos de nuestro cerebro para completar tareas.
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