Junto al verano el consumo de pescado suele incrementarse, debido a que en los lugares costeros estos productos se consiguen un precio algo más accesible, con mayor frescura y excelente calidad. Sin embargo debemos tener especial cuidado con el anisakis, te contamos cuáles son sus síntomas, cómo evitar un susto en verano y con qué pescados hay más riesgo.
Qué es el anisakis
El anisakis es un parásito de color blanco y de pequeño tamaño que suele habitar en el intestino y algunos órganos de la cavidad abdominal del pescado, aunque también pueden encapsularse en la musculatura y es allí el mayor riesgo, ya que es la parte que consumimos.
Con el consumo de pescado infectado con anisakis podemos adquirir este parásito que ocasiona la anisakiasis, una enfermedad que ocasiona síntomas gastrointestinales diversos.
Los pescados de agua dulce o de río son los únicos que se libran de tener anisakis siendo mínimo el riesgo en los mariscos, aunque por supuesto también pueden estar infectados crustáceos como la langostas, las gambas, o el cangrejo y cefalópodos como el pulpo o el calamar.
No obstante, es especialmente riesgoso el consumo de pescado que ha sido escasamente cocinado o que se ingiere crudo, ya que el parásito sobrevive a temperaturas altas de alrededor de 50ºC y también al vinagre presente en muchas conservas o al ahumado.
Lo más importante es saber que pescados como la merluza suelen estar infectadas, ya que se estima que el 96% de los ejemplares lo posee según la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria pero también podemos encontrar el parásito en el bonito, en la pescadilla, en el rape, la caballa, el jurel y otros, pudiendo ser mayor con su consumo el riesgo de que el parásito pase a nuestro cuerpo y nos ocasione un gran susto en verano.
Síntomas de anisakiasis
Como hemos dicho, si el parásito ingresa a nuestro cuerpo puede ocasionar síntomas gastrointestinales diversos como dolor de estómago, vómitos, náuseas, diarrea, estreñimiento y en casos graves, obstrucción intestinal casi siempre sin fiebre.
Sin embargo, el consumo de un pescado infectado con anisakis también puede ocasionar alergias que se manifiestan con síntomas leves como una ligera erupción cutánea o urticaria, hasta síntomas graves y fatales como un shock anafiláctico.
Cómo prevenir un susto en verano
Consumir pescados no contaminados resultaría esencial, evitando por ejemplo ejemplares de mar. Sin embargo, como es amplia la distribución de este parásito , resulta infrecuente no estar en contacto con algún producto con anisakis.
Por eso, lo recomendable es asar, hornear o freír los pescados que son métodos de cocción que superan los 60ºC y ayudan a matar el parásito. Es especialmente recomendable utilizar estos métodos de cocción si cocinamos pescados enteros sin eviscerar.
De lo contrario, lo recomendable es quitar las vísceras del pescado para eliminar todo posible parásito allí situado y también, congelar previamente el pescado que vamos a consumir durante un mínimo de 24 horas, ya que este proceso de congelación mata el anisakis y esto es especialmente útil si buscamos consumir un pescado crudo o semicrudo.
En los congeladores domésticos que no alcanzan temperaturas inferiores a los -20ºC, lo recomendable es congelar durante 3 a 5 días mientras que si logramos una temperatura de -35ºC podemos hacerlo sólo por 24 horas.
Por otro lado, sí hemos pescado nosotros para consumo, lo recomendable es destripar cuanto antes los ejemplares, ya que las larvas se pueden trasladar al músculo (que es la parte comestible) muy rápidamente; por eso eviscerar en poco tiempo y con experiencia puede ser una buena forma de prevenir la enfermedad.
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Imagen | Foto de portada: Geraud pfeiffer, foto 1: Olga Lioncat, foto 2: Christian Seebeck
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