Ha llegado la primavera y resurgen las dietas de moda que se promueven como excelentes opciones para adelgazar. Una de ellas es la dieta de la piña: te contamos por qué bajar cuatro kilos en dos días no funciona y puede perjudicar tu salud.
En qué consiste la dieta de la piña
La dieta de la piña es una dieta rápida en la cual se proponen dos días de puesta en práctica y días de descanso previo a repetir la misma.
Basándose en las propiedades diuréticas de la piña, la dieta se propone como una alternativa fácil de llevar a cabo y que desintoxica ayudando a adelgazar hasta cinco kilos en dos días.
Es una monodieta, debido a que se basa en un alimento concreto y posee un menú estructurado como se muestra a continuación:
- Desayuno: dos a tres rebanadas de piña fresca y una infusión con edulcorante, preferentemente un té.
- Media mañana: refresco de piña que se elabora hirviendo la cáscara de la piña durante 20 minutos, una vez cocida se deja reposar, se cuela y se refrigera para tomarla como refresco.
- Comida: caldo sólo de verduras y pollo o pescado a la plancha.
- Merienda: refresco de piña y un yogur desnatado de piña.
- Cena: dos a tres rebanadas de piña fresca.
Aunque este es un menú propuesto para la dieta de la piña, en ocasiones se recomienda sólo ingerir agua, refresco de piña (elaborado como se mencionó antes), zumo de piña y piña fresca durante los dos días que dura la dieta, intentando alcanzar los cuatro litros de líquido al día y no consumir nada más.
En este último caso, la dieta es mucho más estricta aun y no se recomienda su realización más de dos días por semana.
Por qué la dieta de la piña no funciona realmente
La dieta de la piña es una dieta denominada "detox" o depurativa, que elimina desechos y contribuye a bajar de peso de forma muy rápida y sencilla.
Sin embargo, lo que en realmente logra es una rápida eliminación de líquidos y si bien podemos bajar cuatro kilos en dos días, esa pérdida no es sostenible en el tiempo.
Es una dieta muy reducida en calorías (de 1000 Kcal o menos) y deficitaria en muchos nutrientes esenciales como por ejemplo, los ácidos grasos poliinsaturados, hierro o calcio. Sobre todo es muy pobre en nutrientes si realizamos la versión estricta de sólo líquidos y piña durante dos días.
De esta forma, al cabo de dos días nuestro organismo experimentará la ausencia de energía suficiente y de nutrientes claves para su adecuado funcionamiento, todo lo cual puede resentir el metabolismo ocasionando entre otras cosas una reducción de hormonas que producen saciedad y un aumento de aquellas que ocasionan hambre y apetito, propio de una adaptación metabólica.
Entonces, tras esos dos días de estrés y hambre, cuando finalmente liberamos la dieta, nuestro cuerpo nos empujará a comer más y más de alimentos densos energéticamente para prepararnos para un nuevo momento de hambre y estrés como el que hemos pasado, ocasionando así un efecto rebote o la recuperación del peso perdido durante esos dos días.
Así, no es una dieta real, no nos permite adelgazar y mantener el peso a largo plazo, pues simplemente no modifica nuestros hábitos enseñándonos a comer mejor y vivir de forma más sana, no genera adherencia, sino que es un recurso temporal que no produce efectivos resultados en el tiempo.
Los riesgos de la dieta de la piña para la salud
Además de resentir el metabolismo, esta dieta puede ocasionar otros riesgos para la salud, entre ellos, predisponer a carencias nutricionales y enfermedades por déficit de nutrientes claves como el hierro, las proteínas o el calcio.
Asimismo, es una dieta que no considera particularidades por lo que en personas con problemas de salud puede resultar más perjudicial. Por ejemplo, en quienes tienen diabetes y se inyectan insulina esta dieta podría ocasionar una cetoacidosis diabética y resultar fatal.
De igual forma, por el estrés que ocasiona una dieta tan estricta podría alterar el descanso nocturno y modificar de forma negativa nuestra relación con la comida, perjudicando así nuestro comportamiento alimentario para siempre.
Por otro lado, si optamos por la versión más estricta de la dieta que nos recomienda beber líquidos en abundantes cantidades (al menos cuatro litros cada día), podríamos sufrir un desequilibrio de agua y electrolitos en el cuerpo, diluyendo minerales como el sodio y ocasionando en caso de gravedad, el coma.
Por último, debido al gran descenso de peso y la estricta dieta podemos experimentar mareos, fatiga, mal humor, dolor de cabeza, falta de concentración y reducción en el rendimiento físico así como mayor riesgo de sufrir infecciones.
Entonces, la dieta de la piña no es una alternativa saludable ni funciona realmente para perder los kilos de más de una vez y para siempre.
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