Las proteínas son un nutriente de gran importancia para nuestro organismo y tienen un rol importante en nuestro cuerpo cuando buscamos perder peso, quizá por eso, en el mercado encontramos muchos alimentos ricos en proteínas tales como determinados yogures. Te contamos por qué los yogures ricos en proteínas no son la mejor opción y dejamos unn ránking con los lácteos más saludables y con mayor cantidad de proteínas.
Yogures especiales y proteicos, también con azúcares añadidos
El marketing que les da las proteínas ha hecho que determinados productos las incluyan de forma predilecta en su composición nutricional. Así, encontramos yogures que poseen alrededor de un 5% de proteínas en lugar de un 3% que es el promedio proteico de estos productos.
Sin embargo, en algunos casos se añaden azúcares y harinas refinadas que todos sabemos que es recomendable evitar en la dieta habitual. Y debido a que el contenido proteico tampoco es excepcionalmente alto, se trata de opciones poco aconsejables para consumir a diario.
En conclusión, los yogures ricos en proteínas no siempre son sanos y no constituyen la mejor fuente de este nutriente para la dieta, sino que podemos acudir a otras alternativas más saludables.
Los mejores lácteos que ofrecen proteínas para sumar a la dieta
Entre los distintos lácteos que podemos consumir, los yogures tienen la fama de saludables y quizá por ello, acudimos a su ingesta de forma predilecta cuando buscamos sumar proteínas.
No obstante, te mostramos el ráking con los lácteos más saludables y con mayor contenido proteico para demostrar que los yogures no siempre son lo que pensamos:
Queso fresco, sin muchas grasas ni sodio
Entre los diferentes quesos que podemos encontrar en el mercado, los quesos frescos son los que menor tiempo de conservación poseen y concentran alrededor de un 15% de proteína siendo una alternativa sin mcuhas grasas ni colesterol y con un contenido inferior de sodio respecto a quesos curados o semicurados.
Constituyen además de una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, una adecuada alternativa para obtener potasio y calcio.
Requesón: un falso queso con pocas calorías
Aunque muchos lo consideran un queso fresco, el requesón en realidad no lo es ya que se obtiene tras la fermentación del suero de leche que sobra después de fabricar el queso.
Así, el requesón concentra entre un 12 y 13% de proteínas con muy pocas grasas (alrededor de 5%) y por ello, constituye un derivado lácteo reducido en calorías e ideal para una dieta de adelgazamiento.
Dado su sabor neutro podemos usarlo de forma similar al queso fresco batido para elaborar diferentes platos o bien, emplearlo en reemplazo de nata o mantequilla en algunas recetas.
Quesos tiernos, con más proteínas pero también más grasas
Estos quesos poseen un breve tiempo de maduración y por ello, concentran más agua que un queso curado y semicurado, con escasas grasas, pero poseen más proporción de estos componentes que un queso fresco.
El queso tierno puede aportar hasta un 20% de proteínas, pero ofrece similar cantidad de grasas, por lo tanto, podemos incluirlo en reemplazo de queso fresco en algunas ocasiones, considerando que los quesos de cabra u oveja son más grasos y calóricos que los de vaca.
Queso fresco batido, ideal para reemplazar el yogur en algunos platos
Muchas veces se utilizan de forma indistinta, pero el queso fresco batido y el yogur no son lo mismo. Un queso fresco batido aporta más proteínas, concentrando alrededor de un 15%, pero también ofrece muchas más grasas pudiendo alcanzar un 20%.
Suele ser más espeso que un yogur pero con un sabor suave y una textura cremosa que va perfecto para elaborar postres, tartas o pasteles.
Yogur griego sin azúcar, la mejor alternativa entre los yogures
Si buscamos un yogur saludable y con el que podamos sumar proteínas a la dieta, el yogur griego es la mejor alternativa siempre y cuando escojamos ejemplares sin azúcar agregado.
Un yogur griego natural sin azúcar, ofrece alrededor de un 6,5% de proteínas con grasas que rondan el 10% de su composción, resultando además una buena fuente de calcio y potasio para la dieta habitual.
Con yogur griego podemos elaborar platos dulces y salados y debido a que no concentran muchas calorías, fácilmente podemos ingerir dos a tres raciones diarias, dependiendo de la dieta y necesidades de cada persona.
Yogur desnatado natural, una opción con muy pocas grasas y calorías
Si estamos buscando un yogur pero con pocas grasas y calorías, el yogur griego quizá no sea la mejor opción, pudiendo en su reemplazo acudir a yogur desnatado natural que no alcanza el 1% de grasas y aporta poco más de 4% de proteínas.
Al igual que el yogur griego representa una opción muy versátil que podemos usar para platos salados o dulces, en reemplazo de nata por ejemplo, para incrementar el aporte proteico del plato mientras ahorramos grasas saturadas y calorías.
Si lo usamos para un plato dulce o para comer sin más, sólo tenemos que endulzar sin acudir al azúcar o bien, añadiendo frutas con azúcares naturales para dar sabor al mismo.
Estos son los lácteos más saludables y con más proteínas que recomendamos incluir en nuestra dieta habitual, en reemplazo de yogures proteicos que pueden tener azúcares y harinas refinadas en su interior.
Imagen | iStock, Unsplash y Jumpstory
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