El proceso de envejecimiento en los seres humanos se asocia con el deterioro físico y el deterioro de la eficiencia metabólica; y es por ello que es más común que las personas mayores tengan enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes tipo 2, etc.
Entre todos estos trastornos metabólicos, las personas mayores tienen una predisposición a padecer especialmente patologías relacionadas con la resistencia a la insulina. Además del conocido papel de la insulina en el almacenamiento de glucosa y energía, la insulina también regula una serie de procesos cognitivos, y parece ser que el inositol podría ayudar a reducir las probabilidades de estos o, en caso de tener estos problemas, disminuir la sintomatología.
Qué es el inositol
Los inositoles son sustancias naturales que se asemejan a los azúcares. Hasta el momento, el papel de los inositoles en el organismo es tanto estructural, como constituyentes en la membrana de las células, como funcional, ya que actúan en las vías metabólicas ayudando a que la insulina se señalice correctamente.
Aunque los inositoles se pueden obtener de la dieta, el principal inositol, el mioinositol, se sintetiza en el cuerpo en cantidades suficientes para todo el suministro requerido, ya que los riñones producen 2 g/día cada uno de mioinositol (4 g en total) y otros tejidos contribuyen en pequeña medida a su síntesis, como el cerebro y los testículos.
Aun así, se ha observado que suplementarse con inositol podría mejorar la sintomatología de algunas enfermedades o trastornos, los cuales vamos a ver a continuación.
Inositol y síndrome de los ovarios poliquísticos
El síndrome de ovarios poliquísticos es un trastorno endocrino, reproductivo y metabólico que afecta al menos al 5-10 % de la población total de mujeres en edad reproductiva en todo el mundo.
El síndrome de ovario poliquístico abarca un amplio espectro de signos y síntomas bioquímicos/clínicos, como ciclos menstruales irregulares, ovarios poliquísticos, acné, sobrepeso, exceso de andrógenos con el consiguiente hirsutismo y resistencia a la insulina.
Lo que se ha observado es que suplementarse con 1-5 g de inositol diariamente, podría mejorar la sensibilidad a la insulina y otros síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos.
Inositol y enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades más estudiadas pero, al mismo tiempo, más desconocidas debido a su complejidad. Desgraciadamente, a día de hoy, no hay cura, por ello la única manera de mejorar la calidad y esperanza de vida de la persona es mediante buenos hábitos nutricionales, de ejercicio físico, lectura, etc.
Un estudio observó que la suplementación con 250 mg de inositol, después de 78 semanas de tratamiento, las personas tenían una leve mejoría en el desempeño neurológico, aumento del volumen del ventrículo cerebral y niveles más bajos de placa beta amiloide, que es la proteína que se cree que está detrás de esta terrible enfermedad.
Diabetes tipo 2
La enfermedad más común en la que la resistencia a la insulina representa un factor importante es la diabetes mellitus tipo 2. Se caracteriza por una doble alteración en la que por un lado hay un aumento de la resistencia a la insulina, es decir, hay una incapacidad de acción de la insulina y, por otro lado, hay una deficiencia en la secreción de insulina del páncreas.
En un estudio se mostró que la suplementación con casi 600 mg de inositol reducía significativamente los niveles de glucosa y hemoglobina glicosilada, que es una medida más exacta incluso que de la glucosa, ya que hace una media de la concentración de la glucosa durante los últimos tres meses.
Presión arterial
La hipertensión arterial es el factor de riesgo modificable más importante para la morbilidad y mortalidad por todas las causas en todo el mundo y se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
A nivel mundial, 3500 millones de adultos tienen ahora niveles de presión arterial sistólica no óptimos (es decir, mayores a 110–115 mmHg) y 874 millones de adultos tienen una presión arterial sistólica mayor de 140 mmHg.
Lo que se observó en este estudio es que alrededor de una dosis diaria de 4 g de inositol reducían los niveles de presión arterial, tanto la diastólica como la sistólica.
Síndrome de Down
La trisomía 21, la presencia de un cromosoma 21 extra, da como resultado una serie de características clínicas comúnmente conocidas como síndrome de Down. En este artículo no nos vamos a parar a especificar qué ocurre en personas con Síndrome de Down, aunque hay que comentar que hubo un estudio realizado en el que a un grupo de personas se les daba 250 mg/día y a otro grupo de personas, 500 mg/día.
Lo que observó el estudio es que las personas con Síndrome de Down que consumieron 500 mg/día, mostraron mejoras en su "inventario neuropsiquiátrico", una medida que evalúa síntomas como irritabilidad y agitación. A pesar de ello, es sólo un estudio, aunque los resultados son bastante prometedores.
Trastornos de ansiedad, compulsivos y depresivos
La ansiedad o los trastornos estrechamente relacionados se caracterizan por miedo y ansiedad relacionados con alteraciones del comportamiento, incluido el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo-compulsivo.
Se ha mostrado que los niveles de inositol en algunas partes del cerebro se reducen en pacientes con trastornos depresivos y del sueño, y los niveles de inositol se correlacionan negativamente con la gravedad de la depresión. En algunos estudios se ha observado que una ingesta de 12-14 g/día han reducido la sintomatología de ansiedad, depresión y otros problemas psicológicos.
Aun así, con esto no sugerimos que el inositol sea el tratamiento principal en personas que padezcan este tipo de problemas psicológicos y por supuesto, nuestra recomendación siempre será acudir a un profesional de la salud mental que nos ayude a tener una mejor calidad de vida.
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