¿Por qué te duchas todos los días? Esa es la pregunta que lazó Harvard hace un tiempo y que muy pocos se han detenido a pensar. La respuesta rápida es por higiene, especialmente en días más calurosos y en personas deportistas, pero hay una respuesta larga que exponemos en este artículo, basándonos en el análisis de la Universidad de Harvard.
Ducha diaria, ¿sí o no?
La gran mayoría de personas se duchan todos los días, incluso una minoría se duchan varias veces cada día. Si aludimos al tema olores e higiene, está claro que si entrenamos en verano y no nos duchamos, el olor corporal no será el ideal para ir en el metro.
La ducha diaria es algo cultural y social. Lo muestra la diferencia entre unos países en los que es una minoría la que se ducha cada día, y otros países como España en los que lo raro es no ducharse cada día, o como mucho, cada dos días si no sudamos.
Si nos centramos en la salud, ¿es saludable ducharse a diario? Harvard dice que no, que una dicha diario puede incluso ser perjudicial para la salud. Una piel normal y saludable tiene un equilibrio de bacterias que, si se elimina, puede afectar a dicha piel.
La piel puede irritarse, secarse o incluso verse desprotegida de la barrera natural e infectarse, al ducharnos cada día. Nuestro sistema inmunológico necesita estar en contacto con microorganismos del día a día, razón por la cuál ducharnos cada día para eliminar esas bacterias puede ser más contraproducente que beneficioso para el sistema inmunológico.
No es un problema de salud pública, pero fíjate en los ingredientes de tu gel y champú
Un gel que tenga más aditivos antibacterianos, perfumes, aceites o similares, además de ser más costosos, también pueden afectar en mayor medida a esa salud de nuestra piel. No es necesario comprar el champú más completo, sino simplemente lavar el pelo cuando sea necesario con un champú convencional.
Harvard recomienda ducharse varias veces por semana, en función de las necesidades personales. Una persona sedentaria en invierno no necesita el mismo número de duchas semanales que un deportista que entrena dobles sesiones en verano.
Las duchas preferentemente deben ser cortas, de unos tres minutos, y con agua tibia. Las zonas principales a limpiar son las axilas y las ingles. Es difícil no ducharse cada día, si la cultura y nuestras necesidades lo exigen. Harvard no sitúa este aspecto como un problema de salud pública, porque no lo es. Simplemente destaca que un exceso de higiene es tan nocivo como su defecto.
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Imágenes | Abdullah Ali (Unsplash), Seth Doyle (Unsplash)