En los entrenamientos la constancia y la dedicación es algo importante a la hora de obtener buenos resultados. Estos puntos los tenemos muy claros a la hora de practicar cualquier actividad, el problema se presenta cuando las personas que se lanzan a la práctica deportiva no son amantes del deporte y lo hacen simplemente a sabiendas de que es lo mejor para su salud. Este es uno de los puntos que suele hacer que la asistencia a los entrenamientos fracase, además de comenzar en un centro deportivo que no conocemos y que en muchos casos resulta un reto para nosotros.
Estos dos puntos pueden ser los detonantes a la hora de dejar la práctica deportiva de lado y decantarnos por la vida sedentaria. Por ello en Vitónica queremos analizar estos dos aspectos y dar algunos consejos para evitar que las personas que se sientan de esta manera o que están pasando por esta situación puedan seguir adelante con sus entrenamientos y no tiren la toalla. A pesar de que no lo tengamos en cuenta, estos puntos pueden hacer más mella en nosotros de lo que pensamos.
El primer acercamiento al centro deportivo
Cuando llegamos por primera vez a un centro deportivo nuevo que no conocemos es normal que nos sintamos desconcertados, ya que no controlamos la ubicación de los aparatos, el funcionamiento de los mismos... Por ello es fundamental la ayuda de un monitor de sala que nos ayude a controlar en todo momento lo que debemos hacer. Las indicaciones de esta persona serán determinantes en las futuras sesiones de entrenamiento, por ello es importante que preguntemos cualquier duda que nos pueda surgir. Además, nos ayudará a ver el entrenamiento como algo más sencillo de lo que pensamos.
Es cierto que al principio nos costará adecuarnos a las nuevas instalaciones, por ello es recomendable no precipitarnos ni tener prisa por progresar rápidamente. Cada cosa lleva su tiempo, y en este caso deberá pasar un tiempo hasta que nos acostumbremos a las nuevas rutinas y a los nuevos aparatos. La recomendación que damos es comenzar poco a poco y durante dos semanas como mínimo debemos tocar todos los aparatos para así aprender su uso.
Conocer gente más experta es una buena alternativa para aprender mucho más de las nuevas instalaciones, pues ellos pueden sernos de gran ayuda a la hora de progresar en los entrenamientos, pues nos ayudarán a realizar los ejercicios que presentan más dificultad, y además nos servirán para ver el gimnasio con otros ojos y acudir a él con otras ganas.
Para los no amantes del gimnasio
Si por el contrario no somos muy amantes del deporte, y acudir a entrenar es casi una obligación, lo recomendable es siempre hacer lo que más nos gusta. Por suerte existen infinidad de actividades para todos los gustos y tipos de personas. Para conseguir aclimatarnos lo mejor posible a la práctica deportiva lo que debemos hacer es barajar las distintas posibilidades que tenemos de entrenamientos y decantarnos por la que nos parezca más interesante.
Nunca debemos apuntarnos a un gimnasio solo por que sí, ya que muchas veces es mejor acudir a clases concretas de una actividad concreta donde disfrutaremos más y seremos más constantes. Asistir a este tipo de lugares por obligación acabará siendo contraproducente, pues no solo nos hará abandonar con el tiempo la actividad, sino que muchas veces la falta de atención y ganas puede volverse en nuestra contra al correr el riesgo de lesionarnos al no hacer bien los ejercicios y rutinas.
Imagen | DeSales University
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