El mejor comodín para tener en la nevera y poder improvisar una comida o cena nutritiva y saludable es la pareja que forman huevos y verduras. Las versiones facilonas de la frittata, una tortilla cuajada en el horno, son además bien fáciles y aptas para los más novatos, que en este caso preparamos con setas al gusto y enriquecemos con un ligero gratinado de queso de cabra.
Podemos cambiar una parte de las claras por más huevos enteros o sumar algunas claras más para añadir más proteínas. En nuestro caso preferimos que tenga más protagonismo la mezcla de verdura que el huevo, dejando el interior más jugoso y convirtiéndolo casi en un pastel salado. Cuando la preparamos solo teníamos disponibles champiñones portobello de talla pequeña, pero se puede preparar con cualquier otro hongo de temporada, que le dará un sabor más especial: boletus, níscalos, trompeta de los muertos, rebozuelos, etc.
Precalentar el horno a 180ºC sin aire y engrasar con aceite una fuente refractaria de unos 30x15 cm o similar. Cuando más grande sea, más fina quedará la frittata y habrá que controlar más el tiempo de horneado.
Picar bien fina la cebolleta, lavar las setas con suavidad, secar y trocear en piezas de un bocado pequeño. Calentar un poco de aceite en una sartén y cocinar la cebolleta con una pizca de sal a fuego suave, hasta que se empiece a transparentar. Se puede añadir un poco de agua para que no se pegue y no usar más aceite.
Añadir las setas, salpimentar y aderezar con tomillo y ajo al gusto. Cocinar a fuego medio-fuerte salteándolas hasta que estén cocidas y hayan reducido perdiendo el líquido. El fondo de la sartén debe estar seco.
Batir en un cuenco los huevos con las claras, la leche, un poco de cúrcuma para dar color, más tomillo y sal y pimineta. Mezclar con las setas cocinadas, llenar el molde y repartir el queso desmenuzado por encima.
Hornear durante unos 20-30 minutos, hasta que esté cuajada por dentro pero jugosa. Se le puede dar un golpe de gratinador un minuto al final del horneado, para dorar y caramelizar la superficie. Servir con hierbas frescas como perejil o albahaca, si se desea.
Con qué acompañar la frittata o tortilla de setas
Según nuestras necesidades nutricionales podemos servir esta frittata de setas como plato único para una sola persona o compartir entre dos, con una ensalada al gusto de acompañamiento y, si nos apetece y no estamos reduciendo los hidratos, una rebanada de buen pan integral. También es un plato excelente para un desayuno salado, en porciones más pequeñas.
En Vitónica | Tortilla de berenjena, pimiento y calabaza: receta saludable
En Vitónica | Tortilla de brócoli al horno: receta saludable fácil y ligera