La mayoría de nosotros suele trabajar largas jornadas delante del ordenador. Es cierto que no podemos hacer nada al respecto, pero nosotros en este post queremos repasar algunos de los problemas que este hábito puede acarrearnos en la espalda si no ponemos tierra de por medio y decidimos levantarnos y practicar deporte por lo menos una vez al día.
En infinidad de ocasiones hemos visto lo perjudicial que es para la espalda estar mucho tiempo sentado en una silla frente a un ordenador. Pero lo que no tenemos tan claro es la serie de efectos colaterales que a largo plazo puede acarrear esto para nuestra salud.
Daño muscular y articular
En primer lugar no vamos a dejar de lado el daño muscular y articular que nos podemos crear, y es que mantener la cabeza agachada durante horas mirando al ordenador hará que las cervicales se carguen y acaben por resentirse. Todo es debido a la sobrecarga en los trapecios, que acabarán generando dolores de espalda y un encorvamiento de esta parte de la espalda hacia delante.
Riego sanguíneo
Otro punto a tener en cuenta es el riego sanguíneo, y es que mantener la misma postura sin apenas movernos de la silla lo que traerá consigo será una activación deficiente de la circulación de la sangre. Esto traerá consigo una menor oxigenación de la misma que acabará afectando a nuestra capacidad de atención y al aparato circulatorio, derivando en problemas como mala circulación o varices.
Músculos flácidos
Aunque no lo pensemos, los músculos también pueden llegar a atrofiarse, y es que los abdominales y los glúteos acabarán por quedarse sin tono, dejando un aspecto de descolgamiento. No solo se trata de algo estético, sino que apenas lograremos tener fuerza en esta parte del cuerpo. Por lo que es necesario ponerla a trabajar para que estemos en forma.
Riesgos con el páncreas
A nivel interno también podemos hacernos mucho daño, y es que podemos someter al páncreas a un exceso de actividad, ya que normalmente las personas sedentarias responden mucho peor al efecto de la insulina para controlar la glucosa del cuerpo. Esto hace que el páncreas esté constantemente produciendo insulina, lo que puede acabar generando diabetes a largo plazo.
Por esto es fundamental que dejemos de vez en cuando la silla de lado y que nos pongamos manos a la obra cada día. Simplemente con dedicar una hora más o menos a practicar deporte a diario nos ayudará a compensar este tiempo que pasamos sedentarios.
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