No hay duda de que la obesidad tiene un origen multifactorial y parece ser que el sistema inmunitario es uno más de esos factores en la compleja ecuación de la obesidad. Con el sistema inmunitario tenemos una vía más de investigación para comprender las causas y posibles soluciones a la obesidad.
Según un estudio de la revista Immunity, los ratones que carecen de ciertas células inmunológicas adquieren sobrepeso y desarrollan enfermedades metabólicas, aún siguiendo una dieta considerada regular. Esto sugiere que hay mecanismo inmunológicos que controlan el tejido adiposo.
Lejos de introducirnos en la complejidad de los procesos y células inmunitarias, aquí lo que nos interesa conocer es si el tener o no ciertas células y su número, influye en el tejido adiposo, que parece que sí. Desde luego, aunque se conozcan los mecanismos de acción de estas células a la perfección, esto no significa que con una pastilla se solucione la obesidad, es algo más complejo.
Lo que si se podría entender si se sigue investigando por esta vía, es por qué ciertas personas aún siguiendo una dieta considerada acorde a su peso, tienden a almacenar mayor cantidad de grasa. Como digo, es un tema complejo pero una cosa más a tener en cuenta cuando hablemos de obesidad.
Vía | Investigación y Ciencia
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Yo ya he sabido más de una ocasión de la relación entre sistema inmunitario y obesidad, y que tiene que ver con que aquellas personas más obesas tienen un sistema inmunitario más débil, no al revés, que aquellos que tienen un sistema inmunitario débil sean obesos. No es un juego de palabras, es un silogismo que cambia radicalmente su significado según el orden de los elementos. De lo que se trata en definitiva es de que parece ser que la obesidad, entre la larga lista de afectaciones, una de ellas es la afectación del sistema inmunológico, lo mismo que hay una fuerte relación entre obesidad y problemas cardiovasculares, diabetes o cáncer.
¿El motivo de esta relación? No se sabe exactamente cuál es el detonante de ese mal funcionamiento del sistema inmunológico en la obesidad, pero algunos indicadores parecen ser la mala alimentación, que es la que lleva a la obesidad. El denominador común en la mayoría de obesos no sólo es la falta de actividad física y la desscontrolada ingesta de calorías, sino también la ausencia de determinados nutrientes y oligoelementos fruto de una mala alimentación basada en alimentos con una elevada tasa calórica pero nula aportación nutricional.