Ya sabemos que la naturaleza y la predisposición genética son muy importantes a la hora de conseguir un cuerpo musculoso y bien definido. Pero la práctica del entrenamiento idóneo para estimular adecuadamente los músculos es importante. Esto es lo que sucede con el trabajo del hombro.
Los hombros, en concreto el deltoides, son un aparte del cuerpo difícil de trabajar, ya que en la mayoría de los ejercicios que realizamos entran en juego otros músculos secundarios que nos ayudan a ejecutar las series, pero que restan intensidad a las mismas. Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de elegir las rutinas, y es que tenemos que decantarnos por ejercicios que aíslen totalmente el deltoides. Un ejemplo son las elevaciones laterales en banco inclinado.
Antes de nada debemos saber que el deltoides, y en general todos los músculos que componen el hombro son pequeños y por lo tanto no aguantan un exceso de entrenamiento, ya que esto puede causar sobre ellos un sobreentrenamiento que derive en fatigas, falta de efectividad y respuesta al entrenamiento, así como acabar en una lesión seria que limite nuestros futuros entrenamientos. Por esto es importante saber racionar el ejercicio y realizar las rutinas específicas y efectivas para ese grupo muscular.
Las elevaciones laterales son un ejercicio muy habitual a la hora de entrenar el deltoides. Por lo general solemos realizarlas de pie, con lo que esto significa, y es que en muchos casos cargamos demasiado peso y nos ayudamos doblando la columna. Para concentrar al máximo y obtener un deltoides bien trabajado la solución es practicar este ejercicio acostados sobre un banco inclinado.
La forma de realizar este ejercicio es antes de todo utilizar un banco inclinado formando un ángulo de unos 120º. Una vez tenemos el banco nos colocamos sentados lateralmente de forma que uno de los hombros pegue contra el respaldo. Las piernas las colocaremos juntas y de frente, de manera que se queden a un lado del banco. Nos recostamos sobre el hombro que pega contra el respaldo del banco y con el brazo opuesto al que tenemos apoyado en el banco sujetamos la mancuerna.
Con el brazo donde tenemos la mancuerna realizamos una elevación lateral con el brazo estirado concentrando todo el empuje sobre el deltoides. Es importante que levantemos hasta formas una línea recta con el brazo y el hombro sin despegar en ningún momento el hombro que tenemos contra el respaldo del banco. De esta manera realizaremos 4 series de 10 repeticiones, primero con un brazo y luego con el otro.
Es importante que no carguemos demasiado el peso, ya que este ejercicio aísla a la perfección el deltoides y es con él con el que debemos levantar todo el peso. Si cargamos demasiado lo que haremos para levantar será doblar la espalda hacia atrás para darnos impulso, pudiendo dañar la columna. Es importante que durante todo el ejercicio mantengamos la espalda recta evitando realizar giros arriesgados.
Si seguimos esto conseguiremos unos hombros de acero, ya que esta es una de las mejores formas de trabajarlos. Seguramente que al principio nos cuesta mucho realizar este ejercicio, pero poco a poco iremos acostumbrándonos y lo tomaremos como algo más sencillo. Lo que no debemos hacer es abandonarlo por pereza o falta de motivación.
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