En infinidad de ocasiones hemos hablado de lo importante que es saber escuchar a nuestro cuerpo a la hora de entrenar, ya que muchas veces solemos utilizar cargas excesivas en nuestro ansia por conseguir un crecimiento muscular mayor. Pero no siempre sabemos detectar cuando nos estamos pasando de la raya. Por ello en este post queremos destacar algunos indicadores que nos avisan de que la carga utilizada es excesiva.
Como ya hemos visto en anteriores ocasiones, los excesos en las cargas a la hora de hacer ejercicio son más perjudiciales que beneficiosos, ya que sometemos a los músculos a una sobrecarga que puede acabar por hacer que adquiramos vicios posturales, mala ejecución de los diferentes ejercicios… Por ello es fundamental tener consciencia de ello cuanto antes para ponerle remedio.
La fatiga
Siempre hay que escuchar al cuerpo, ya que es el que nos va a indicar si lo estamos maltratando o lo estamos llevando por el camino correcto. Esto es lo que pasa a la hora de entrenar. Muchos son los que, a pesar de estar a tope, siguen pidiendo más a los músculos. Un indicador de esto es la fatiga. Si a la mitad de un ejercicio ésta hace aparición, debemos preocuparnos, ya que puede ser síntoma de que nos estamos pasando con la carga.
Mala ejecución y vicios
Esta falta de fuerza para hacer frente a esa carga se traduce también en mala ejecución de los ejercicios. Este es uno de los principales indicadores a la hora de comprobar esto, y es que cuando no estamos realizando bien un ejercicio no podemos completar el recorrido, no podemos colocar bien las extremidades… El motivo de esto es que para poder hacer frente a la carga es necesario que incluyamos en el juego otras partes del cuerpo.
Este es otro punto a tener en cuenta, y es que cuando estamos trabajando un grupo muscular concreto y de repente notamos que estamos involucrando otros músculos que no deberían formar parte de esa rutina , es cuando nos deberíamos preocupar, pues es un síntoma de que la carga utilizada es elevada. Para ello es muy recomendable colocarnos frente a un espejo y comprobar en todo momento si estamos o no realizando bien el ejercicio.
No poder ni empezar
Otro signo indiscutible es no poder elevar la carga en las tres primeras repeticiones. Si lo hacemos con problemas y nos cuesta es que la carga elegida es excesiva para el nivel muscular que tenemos, ya que es en este momento cuando vamos a echar mano de otras partes del cuerpo. Para ello ante todo es necesario que seamos coherentes y nos mentalicemos que el desarrollo muscular se construye poco a poco y no de un día para otro. Siempre hay que andar con paso firme y controlando no hacernos daño.
Imagen | Flickr/ Calibe Thompson
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