La l-carnitina es una sustancia habitual cuando se habla de quemar grasas. Es un componente que la mayoría de marcas y firmas del sector utiliza como reclamo, ya que se supone que la l-carnitina es un potenciador de la quema de grasa celular. Su acción nos ayudará a acabar con las reservas de grasa que contiene el organismo. Por ello la gran mayoría de productos adelgazamiento la incluyen. Pero son tan ciertos como parecen estos resultados. En esta ocasión queremos hacer un análisis de la forma de actuar de la l-carnitina.
En un principio esta sustancia se utilizaba en suplementos deportivos para aumentar el aporte energético del cuerpo, y es que en teoría la l-carnitina es una sustancia que el cuerpo sintetiza a partir del aminoácido lisina. La acción que esta sustancia tiene en nuestro organismo es la de acelerar la quema de grasas en las células para conseguir así una energía mucho más rápida. De ahí que durante años se haya utilizado como ayuda para los deportistas.
A pesar de todo no existe ningún estudio que afirme esta teoría, y aunque la acción de este aminoácido en el organismo es esa, muchas son las dudas que circulan entorno a la utilidad de la l-carnitina a la hora de convertir la grasa corporal en energía. A pesar de todo, este componente es muy utilizado por monitores, deportistas e incluso toda clase de personas que quieren perder peso. Es cierto que al tratarse de un componente natural los efectos en el organismo no son nocivos, pero no está demostrado que sean todo lo eficaces que se cree.
Debemos saber que el organismo genera l-carnitina por sí solo, ya que la utiliza a la hora de obtener energía a través de las grasas acumuladas en el organismo. Es cierto que cuando estamos realizando ejercicio y hemos consumido las reservas de glucógeno necesitamos generar energía a través de la grasa acumulada. En estos casos el cuerpo necesitará de la l-carnitina para obtener ese aporte energético que requiere. Al tener unas buenas reservas este proceso será muy efectivo. Por ello es importante que mantengamos unos buenos niveles al hacer ejercicio, pero esto no quiere decir que se consuma más cantidad de grasa, sino la necesaria.
La l-carnitina que sobra es eliminada por el organismo, no actúa espontáneamente como quemadora de grasa, a no ser que por nuestra genética nuestro organismo no la genere por sí mismo. En estos casos la ingesta de l-carnitina será necesaria para conseguir un perfecto aprovechamiento de las grasas del organismo. Es cierto que no existen estudios concluyentes al respecto en ninguna de las dos teorías, ya que simplemente están basados estos criterios en la forma en la que nuestro cuerpo tiene de actuar frente a este tipo de sustancias y a observaciones realizadas a personas tratadas con l-carnitina.
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