La diabetes es una enfermedad que sufren muchas personas. Un tipo es la conocida como diabetes tipo 2 que normalmente tiene lugar en personas obesas con un bajo grado de actividad física. En contra de lo que muchos pensaban, recientes estudios llevados a cabo por la Asociación americana del corazón han demostrado que el ejercicio físico es el mejor aliado para mitigar los efectos de esta enfermedad.
Normalmente las personas que padecen una diabetes tipo 2 suelen agravar este problema con el exceso de grasa que tienen en su cuerpo. La diabetes se caracteriza por tener unos niveles de azúcar mayores de lo normal. El problema de los pacientes con diabetes tipo 2 es mayor, ya que los niveles de azúcar altos se agravan al tener altas cantidades de grasa en el organismo, ya que por lo general este tipo de pacientes suele padecer obesidad. Hasta la fecha se pensaba que el ejercicio no era demasiado recomendable, pero recientes estudios han demostrado que es lo mejor para hacer frente a la enfermedad.
Los resultados del estudio son concluyentes, y es que se puede poner freno al empeoramiento de esta enfermedad simplemente con la práctica habitual de ejercicio. Todos sabemos que la diabetes es una enfermedad crónica que se puede controlar con unos correctos hábitos de vida. Lo mismo sucede con la diabetes tipo 2, que se ve agravada por el sobrepeso. El ejercicio en este caso es la mejor manera de conseguirlo.
Practicar habitualmente deporte nos ayudará a sobrellevar la enfermedad, ya que según este estudio el ejercicio físico hace que se reduzca la hipertensión, la hiperlipemia y puede ser una buena forma de reducir la obesidad mediante la pérdida de grasa. Esto nos ayudará a mejorar nuestra salud considerablemente, haciendo que el organismo funcione mucho mejor, y es que sobrepeso y diabetes no son buenos aliados.
Según este estudio es recomendable practicar una media de dos horas y media de ejercicio a la semana. Una rutina ideal sería realizar como mínimo 45 minutos de ejercicio tres días a la semana y en días no consecutivos. Esto nos ayudará a mejorar nuestro estado frente a la enfermedad, aunque sí que es cierto que no se puede generalizar y que hay que ver las características de cada caso para aplicar un tipo de entrenamiento u otro.
Existen casos en los que el sistema circulatorio y el corazón no se encuentran en perfectas condiciones. Este tipo de personas deberán llevar una rutina de entrenamiento más suave para que vayan poco a poco aclimatándose a la actividad física sin poner en riesgo su salud. Por este motivo es recomendable que si padecemos este tipo de diabetes y queremos ponernos manos a la obra es aconsejable que acudamos a un médico que nos defina el grado de esfuerzo que podemos realizar en los entrenamientos dependiendo de nuestra condición física.
Vía | Sabervivir Imagen | geo_c
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