Los problemas en las articulaciones es algo que está a la hora del día en todos los que practicamos deporte, ya que muchas veces nos sobrepasamos en los entrenamientos y las sometemos a una gran tensión que poco a poco puede terminar por pasarnos factura. Ya sabemos que la prevención y el cuidado son fundamentales a la hora de mantener unas articulaciones sanas. En este post nos vamos a detener en el hombro, una de las articulaciones más delicadas. Concretamente vamos a tratar un mal conocido como capsulitis adhesiva.
Este malestar se caracteriza por un dolor agudo en la zona del hombro. Se trata de un dolor que aparece de manera inesperada en esta parte del cuerpo y que poco a poco se va haciendo más intenso reduciendo de este modo la movilidad del hombro. Esto se debe básicamente a que los ligamentos del hombro se inflaman y poco a poco se van retrayendo limitando enormemente la movilidad en esta zona.
La enfermedad
Desde luego que explicado de este modo, la capsulitis adhesiva podría ser cualquier tirón muscular o sobrecarga en la articulación que nos impide movernos con total normalidad. A pesar de tener síntomas parecidos la capsulitis es una enfermedad que comienza con la inflamación de la articulación por un uso excesivo e inadecuado de la misma. Esta inflamación dolerá bastante, pero poco a poco remitirá para traducirse en rigidez muscular y articular en la zona. La recuperación suele llegar de manera espontánea sin darnos cuenta, ya que recuperamos la movilidad del hombro poco a poco.
Esta enfermedad suele afectar a personas mayores de cuarenta años, ya que es muy raro que aparezca en edades más jóvenes. A pesar de todo, las causas de la capsulitis se desconocen a ciencia cierta, aunque la que se baraja como más fiable es la que dice que la capsulitis se forma con el paso del tiempo a medida que vamos sufriendo lesiones en la articulación del hombro que van cicatrizando sindarnos cuenta, hasta que llega un momento que el tejido formado por esas cicatrizaciones hacen que la articulación apenas tenga espacio para moverse y parezca estar rígida. Es cuando aparece este malestar que también se conoce como hombro congelado.
Existen varios momentos de la enfermedad. Al principio, cuando aparece el dolor lo podemos tratar con antiinflamatorios y un correcto cuidado del hombro, que a su vez es la mejor prevención a la hora de evitar este mal. En los estados más avanzados de la dolencia podemos recurrir a una serie de ejercicios que nos ayudarán a recuperar poco a poco la movilidad en la zona y evitar la aparición de los temidos dolores que acompañan la capsulitis adhesiva.
Ejercicios de recuperación
Los ejercicios buscarán elevar los hombros y fomentar la movilidad de los mismos. Un ejercicio consistirá en trepar con las manos por la pared poco a poco. Para ello lo que haremos será colocar ambas palmas de las manos en la pared y moviendo los dedos poco a poco las iremos elevando, de modo que los hombros se eleven. Es importante no forzar y llegar hasta donde podamos para poco a poco subir cada vez más alto.
Otra manera de evitar la congelación del hombro es forzarnos a coger los objetos y manipularlos mediante movimientos de hombro. Forzarnos a alcanzar los objetos elevados, estirar los hombros y no mantenerlos rígidos es una buena manera de evitar la capsulitis adhesiva y mejorarla en casos en los que la movilidad es muy reducida.
Imagen | ·júbilo·haku·
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