Los amantes de la carrera lo tienen difícil en verano: con las altas temperaturas no es fácil salir a correr un rato. El riesgo de insolación, deshidratación y golpe de calor es muy alto en horas de sol intenso, por eso hay que evitar correr de once de la mañana a ocho de la tarde, unas horas donde el sol nos puede jugar una mala pasada.
Las nueve de la tarde es la hora perfecta para salir a correr en verano, cuando empieza a caer el sol y el calor no es tanto problema para los corredores. En estas horas podemos notar cómo sudamos menos, se nos seca menos la boca y nuestra piel no acaba tan castigada por el fuerte sol.
Y un consejo: si vais a correr por un parque donde haya abundante vegetación mejor que mejor, se crea un microclima más agradable, 3 o 4 grados menor que en el asfalto de la ciudad y con una sensación de mayor frescor.
Conforme avance el verano las horas de sol serán más cortas y a las ocho de la tarde también será un hora perfecta para salir a hacer nuestros entrenamientos.
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