Con la llegada del calor y del buen tiempo, muchas personas empiezan a preparar la operación bikini y comienzan a interesarse por probar dietas con las que consigan perder peso para lucir un cuerpo más estético.
Si adquieres unos buenos hábitos en lo relativo a tu estilo de vida puedes perder una cantidad significativa de peso durante el tiempo restante hasta que dé comienzo el verano, pero no esperes resultados mágicos si lo que buscas es un cambio sostenible.
Cuánto peso puedes perder hasta verano
Como hemos mencionado, lo fundamental en todo este proceso no es tratar de perder todo el peso posible en el tiempo que tienes disponible, sino que lo ideal es tratar de optimizar tu actividad física, tu alimentación y tu descanso de manera que consigas tu objetivo.
Para ello no es necesario (ni recomendable) llevar a cabo cambios muy bruscos o agresivos, porque esto puede perjudicar la adherencia a este estilo de vida, que es lo más importante.
Si mejoras progresivamente tus hábitos y tratas de ceñirte a lo que muchos expertos recomiendan, lo ideal sería que perdieses entre un 0.5 y un 1% de tu peso corporal por semana.
Esto quiere decir que una persona de 70 kilos de peso debería perder semanalmente entre 350 y 700 gramos si quiere consolidar efectivamente los cambios en el largo plazo y tratar de evitar sufrir el tan temido efecto rebote.
Para ello puedes recurrir a cuatro métodos distintos.
Las cuatro formas de perder peso de aquí a verano
El primero es el método de prueba y error, que consiste en ir implementando cambios en tu estilo de vida y observar semana tras semana cómo va fluctuando tu peso, de modo que te adaptes a las cifras anteriores.
El segundo es ser algo más preciso y empezar a controlar las calorías de la comida que ingieres mediante aplicaciones móviles como MyFitnessPal de modo que tu progreso sea algo más preciso.
El tercero es recurrir a un nutricionista y a un entrenador personal que se encarguen de ayudarte con tu dieta y con tu plan de entrenamiento. Aunque esta es probablemente la mejor opción, es la más costosa a nivel económico.
El cuarto es tratar de perder peso mediante dietas milagro, lo cual probablemente consigas durante un tiempo a costa de sufrir posteriormente todo tipo de efectos secundarios (mareos, caídas en la tensión, niveles de energía y libido sexual más bajos, peor sueño, efecto rebote, niveles descontrolados de hambre...).
Lógicamente, todos los métodos tienen sus ventajas y sus desventajas, aunque lo ideal sería que prescindieses de la cuarta opción dada la cantidad de contraindicaciones que puede conllevar.
No te dejes embaucar por quienes traten de convencerte de que puedes perder peso de forma rápida porque lo más probable es que esto implique prescindir de la sostenibilidad de los resultados y que esta pérdida de peso se produzca a costa de sacrificar en mayor o menor medida tu salud.
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