Toda la vida hemos escuchado que uno de los problemas de dejar de fumar es que la ansiedad que la abstinencia genera puede provocar que acabemos comiendo más y, por tanto, ganemos demasiado peso. Normalmente, esto lo hemos escuchado como excusa de algunos fumadores para no dejar el cigarrillo.
Sin embargo, nuevas investigaciones al respecto sugieren que, efectivamente, se trata de una excusa, pero no de una realidad. Así, un equipo de la Universidad de Buffalo, ha encontrado que la abstinencia del tabaco no afecta a la motivación que sentimos sobre la comida.
Para realizaron esta investigación contaron con 50 fumadores que se habían abstenido de fumar durante al menos 12 horas y a quienes se les dio dinero para gastar en lo que quisieran. A cada participante se le presentó una caja con una puertecita en la que había cigarros, su snack favorito o agua.
Posteriormente, cada uno de ellos tuvo que evaluar de 1 a 7 cómo de apetitosos o deseables les resultaban los objetos de la caja y cuánto dinero del que tenían estarían dispuestos a gastar en dichos objetos. La cantidad de dinero que estuvieran dispuestos a pagar determinaba las posibilidades de que esa puerta se abriera.
Lo que encontraron fue que los fumadores no abstinentes gastaban más dinero en cigarrillos que en agua o comida, pero también gastaban más dinero en comida que en agua. Sin embargo, los fumadores abstinentes, gastaban todavía más dinero en cigarrillos, pero nada o casi nada en comida o agua.
Estos investigadores sugieren que durante la abstinencia el deseo de tabaco aumenta considerablemente - y todavía más frente al estímulo -pero no muestran mayor sensibilidad ante otros estímulos como la comida.
En este caso, los fumadores no estaban intentando dejar de fumar, sino que estaban en un momento de abstinencia del tabaco por otras causas, por lo que la investigación tiene ciertas limitaciones y no aplicará a todos los fumadores abstinentes. Además, se trata de una investigación pequeña y limitada, pero sí nos da una idea de cómo funcionan los antojos de quienes están dejando el tabaco.
Lo que sí sabemos, por el contrario, es que el uso de tabaco está relacionado con una mayor acumulación de grasa abdominal y de acumulación de la misma en las vísceras. Dejar de fumar sigue siendo la mejor opción.
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