El hecho de llegar a una época de estancamiento suele ser habitual en el entrenamiento, no solo de la carrera, sino de todas las actividades físicas. Entrenar y no mejorar supone entrar en la conocida como "meseta" y se debe básicamente a que el organismo se ha acostumbrado a nuestros entrenamientos y cuando intentamos ir a más intensidad no somos capaces de dar la talla.
Una de las causas que pueden ocasionar este estancamiento es la falta de fuerza en la musculatura implicada en la carrera, por tanto con un trabajo adecuado de fuerza podemos mejorar. Trabajar la fuerza no es meterte en el gimnasio a ponerte fuerte, sino a fortalecer los músculos que participan en la carrera y aquellos que no lo hacen tanto para evitar descompensaciones. Un trabajo de fuerza-resistencia es el más adecuado (poco peso y más repeticiones).
Si se mejora la fuerza el músculo estará más preparado para entrenar a mayor intensidad que antes, así se mejora la potencia aeróbica y también recuperaremos antes, interiorizando mejor los entrenamientos. Así que no olvides visitar el gimnasio y darle duro a las pesas. Esto no debe de ser algo puntual, sino continuo a lo largo de toda la temporada.
- Los estiramientos dinámicos son algo también a tener en cuenta: correr vicia a los músculos y los limita a una longitud de trabajo. Si sobre esta longitud hacemos ejercicios de movilidad y la mejoramos tendremos mayor calidad de movimiento y al mismo tiempo menos posibilidad de lesiones. No olvides realizar estiramientos dinámicos durante el calentamiento y después de cada entrenamiento.
¿Respetas los descansos? Si no dejas que tu cuerpo recupere lo suficiente para que asimile el entrenamiento, tendrás una fatiga crónica que evitará que avances. Pensar que cuanto más se entrene más se va a mejorar es un gran error.
Planifica tus entrenamientos: para evolucionar en la carrera no solo hay que correr y correr (por contradictorio que parezca). Habrá días de rodajes largos, otros de series de más intensidad y otros de trabajo de fuerza muscular. Saber lo que se tiene que hacer cada día y tener una buena planificación hace que todo sea más lógico a la hora de mejorar y si nos estancamos podremos ver dónde está el problema y replantear los entrenamientos.
Entrena variado: para evitar que el cuerpo se acostumbre a los entrenamientos y se estanque hay que darle duro al principio de variabilidad del entrenamiento. Alterna la carrera con días de bici o natación, que también trabajan la resistencia aeróbica. Varía el lugar de entrenamiento, los compañeros y todo aquello que te haga caer en la rutina.
No todo es carrera continua: esta es la causa principal por la cual la gente se suele estancar, el cuerpo se acostumbra a la carrera y llega un momento en el que como hacemos los mismo nos cuesta avanzar. Como hemos dicho también hay que trabajar la fuerza, la flexibilidad, los cambios de ritmo, las cuestas y la técnica de carrera.
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