La obsesión con el moreno puede resultar terriblemente peligrosa, además de ridícula. Pero eso no hace a nadie desistir de "reinventarse" a la hora de obtener el mejor resultado bajo el sol.
Gracias (o por desgracia) a Internet, podemos encontrar todo tipo de locuras y mezclas absurdas que prometen el oro y el moro a la hora de coger ese tonito tostado bajo el sol. Pero, por supuesto, son "remedios" que no deberíamos seguir bajo ningún concepto. ¿De qué estamos hablando?
¿Qué pasa si no nos protegemos bien del sol?
El sol produce daños en la piel debido a la alta capacidad energética de los rayos ultravioleta, especialmente los B (aunque no solo estos). Una protección insuficiente puede producir varios problemas, algunos de ellos severos. Entre las consecuencias de la insolación están las quemaduras de la piel, algo evitable con un buen protector.
Además, esto puede llevarnos a vivir una reacción de la piel, como un eritema. También podemos sufrir de envejecimiento prematuro, manchas solares y otros problemas. Probablemente lo que más asusta, sin embargo, es la posibilidad de sufrir un melanoma, algo que nadie querría.
¿Qué locuras podemos encontrar bajo el sol?
Un apunte rápido, la protección adecuada es una cuestión vital. La función de un protector solar consiste en recibir la energía radiativa del sol, especialmente la de los rayos UV, y bloquearla para que no produzca daño en la piel. Esto puede hacerlo de manera química o física. Lo ideal es que sea de las dos. Los siguientes "mejunjes" no hacen ni una cosa ni la otra.
Por otro lado, los bronceadores son productos de diverso tipo. En primer lugar, están los aceites y cremas que colorean. Estos utilizan pigmentos que le dan color a las capas externas de la piel. Aunque la fórmula de los autobronceadores es diversa, muchos contienen dihidroxiacetona, que proviene de la caña de azúcar, o eritrulosa.
También existen bronceadores cuya finalidad es mantener la piel humedecida, creando una especie de barrera protectora y uniforme para permitir que la piel absorba la radiación de una manera equitativa.
También hay aceites especiales que contienen carotenos (pigmentos oscuros) y otros aditivos supuestamente dedicados a conseguir una piel morena más uniforme. En cualquier caso, los bronceadores no tienen por qué ofrecer protección para el sol, pero no deberíamos olvidarnos de esta. Nuestra salud está en juego
El viejo aceite de oliva (y, a veces, con zumo de limón)
No, no te has equivocado y estás en un artículo sobre cocina. El consejo de usar aceite de oliva para proteger la piel a la hora de tomar el sol es algo que se ha extendido en el tiempo. Las propiedades hidratantes del aceite, unido a su alto contenido en polifenoles y otros antioxidantes dan mucho juego para malentender el papel que puede realizar esta sustancia.
A veces, se le añade zumo de limón, probablemente por ¿la vitamina C? Nadie lo aclara demasiado. Pero, si el zumo de limón es bueno, por qué no lo va a ser para la piel, cuando tomamos el sol, ¿no? Pues no, ya lo hemos dicho. Esta es una barbaridad que no protege en ningún caso de la radiación solar, y tampoco ayuda a broncear. Por el contrario, el limón puede producir un efecto denominado fitotoxico y, junto al aceite, si se calienta lo suficiente, puede llegar a "freír" la piel. Sí, no es para tomárselo a broma.
El aceite Johnson's para bebé
¿Qué utilidad tiene el Aceite Johnson's para bebés? Según cita el laboratorio cosmético, el producto "ha sido especialmente diseñado para hidratar hasta 10 veces más y mantener la suavidad de la piel y un aspecto saludable". En ningún caso especifica que ofrezca ningún tipo de protección solar. Recordaremos que la capacidad hidratante no es sinónimo de proteger contra la radiación, y el daño lo recibiremos igual en una piel hidratada, sin conseguir mejorar el color.
Crema Nivea más mercromina, ¿por qué no?
Es casi imposible trazar el origen a una de las mezclas más rimbombantes, e inútiles, de este catálogo de potingues. ¿En qué momento una sal yodada, o sus variantes desinfectantes, puede ayudar a proteger del sol mezclada con una crema? Bueno, podría existir cierta capacidad de ocluir la radiación físicamente, pero no parece muy probable.
La crema, por supuesto, hidratará, pero como ya hemos dicho, eso no quiere decir nada de nada: no sirve para proteger de la acción del sol. Es más, las especies químicas existentes en la composición podrían concentrarse, o reaccionar, generando todo tipo de reacciones en la piel. Puede que veamos un color más oscuro en la piel debido a la sales de yodo, que se irán cuando nos duchemos. Mejor ni intentarlo.
Comer muchas zanahorias te dejará naranja
Bueno, hay una cosa cierta en esto de comer demasiada zanahoria: la piel se te va a poner anaranjada. Pero no es por el moreno, sino por el exceso de betacaroteno, que es el compuesto que le da el característico color naranja a estos vegetales. Pero la hipercarotinemia, que es como se conoce a esta patología (sí, es una enfermedad, y puede ser muy peligrosa). Lo que también sabemos es que no protege la piel del sol, al menos no más de lo que lo hace una alimentación normal.
Vamos a untarnos refrescos sobre la piel
Desde la tradicional Coca Cola hasta la escueta cerveza, cientos de refrescos han sido víctimas de la sustitución de cremas solares por todo el territorio español. Pero volvemos a la pregunta que nos atañe: ¿por qué debería proteger contra la radiación? Respuesta rápida: no lo hace. ¿Te ayuda a broncear la piel? Pues mientras la mantengas sucia y pegajosa, puede que exista cierto color oscuro sobre la piel. Pero no durará más allá de la piscina.
No debemos usar un protector solar de FPS muy bajo
No deberíamos, bajo ningún concepto, elegir un FPS menor a 30 durante el verano, y mejor si optamos por un factor 50+. Es importante entender que el FPS de la crema es un indicador del tiempo que tardaremos en quemarnos. Sin embargo, esta no es una señal de que no estemos sufriendo daños a nivel celular. Según la Fundación del Cáncer de Piel, un factor del 15 bloquea aproximadamente el 93% de todos los rayos ultravioleta B, mientras que un factor 30 evita el 97% de la radiación y el factor 50 bloquea el 99%.
Usar una crema solar de bajo FPS solo implica mayor daño para la piel y un bronceado menos uniforme, además de más manchas solares. Además es recomendable reponer la crema cada dos horas, más o menos. A partir de este tiempo, el efecto disipador comienza a decaer rápidamente por la acción de la radiación.
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