Cada vez son más personas las que deciden recurrir a la ayuda de los profesionales para resolver sus problemas de salud relacionados con el cabello. Porque, más allá de lo que a priori podamos pensar, la caída del cabello no es solo una una preocupación estética, sino un problema de salud. De hecho, la alopecia, por ejemplo, está clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad.
Por una parte, la pérdida del pelo es un problema de salud relevante en lo referente a la protección del cuero cabelludo, especialmente en los meses de verano, cuando aumenta la exposición al sol. Al fin y al cabo, es un área de la piel desprotegida en la que la radiación solar tiene una mayor incidencia y, por tanto, es especialmente vulnerable a la aparición de cáncer de piel.
Por otro lado, está demostrado que la pérdida del pelo viene acompañada de problemas de autoestima debido al impacto estético de la alopecia y las consecuencias que esta tiene en la imagen personal. Y es que las personas afectadas tienden a sentirse menos atractivas, lo que les provoca una gran inseguridad a la hora de enfrentarse a sus relaciones sociales y profesionales habituales. Especialmente problemático es el caso de las mujeres, más vulnerables ante las situaciones de aislamiento y los casos de depresión.
Para todas estas personas, recuperar el cabello es una prioridad, en tanto en cuanto su antigua imagen les permite recobrar el bienestar, la confianza y la autoestima. Y esto se traduce en un sensible incremento de las oportunidades laborales y una mejora de las relaciones sociales y profesionales.
¿Por qué se nos cae el pelo?
Las causas de la alopecia son variadas, aunque el factor genético es uno de los principales responsables. Esto significa que la calvicie es hereditaria y que la predisposición genética hace que, sobre todo en el caso de los hombres, padres e hijos pierdan el pelo al ir envejeciendo. La manifestación más reconocible de este tipo de calvicie es el retroceso de la línea capilar con la aparición de las entradas. En las mujeres, se manifiesta con una evidente pérdida de grosor en el pelo.
También los factores hormonales son responsables de un buen número de casos de alopecia, con especial incidencia entre las mujeres. Son casos que están relacionados con cambios hormonales severos que tienen lugar en momentos puntuales de la vida de una mujer, como el embarazo o la menopausia. En ambos casos, la alopecia se puede comportar de manera diferente, pudiendo ser reversible tras la maternidad, o duradera, en el caso del climaterio.
La pérdida del cabello también puede estar asociada a enfermedades como la diabetes, el lupus o la tricotilomanía (arrancarse compulsivamente el pelo). También, la alopecia puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos (artritis, depresión, tensión, etc.) y tratamientos agresivos, como la quimioterapia o la radioterapia, cuando se aplica en la cabeza.
La carencia de ciertas vitaminas y minerales puede provocar el debilitamiento y caída del cabello, así como un aspecto descuidado.
El estrés es otra de las causas importantes de la caída del cabello, que provoca un tipo de alopecia conocida como efluvio telógeno, en la que el pelo se cae a mechones. Pero este tipo de alopecia se considera reversible una vez que la situación emocional remite.
También una alimentación deficiente puede provocar el debilitamiento del cabello y su caída, por la ausencia de nutrientes esenciales. En términos generales, una dieta pobre en verduras y frutas provocará la carencia de ciertos minerales y vitaminas que tendrán efecto sobre la salud del cabello.
Alimentos que ayudan a tener un cabello sano
Si quieres cuidar la salud de tu cabello y conseguir que tu pelo se vea fuerte y brillante, lo mejor que puedes hacer es comenzar desde dentro, basando tu dieta en frutas y verduras, y tratando de incorporar a tu menú habitual una serie de alimentos:
- Salmón: su contenido en ácidos grasos esenciales, en particular los omega-3, favorece el correcto crecimiento del cabello y el desarrollo de las membranas celulares, al mismo tiempo que ayuda en el fortalecimiento del cuero cabelludo.
- Lentejas: son legumbres y, por tanto, aportan proteínas de origen vegetal, con un contenido muy alto de zinc y magnesio, pero principalmente de biotina. Esta permite el correcto crecimiento de la membrana celular que da origen a la raíz del cabello, favoreciendo así una salud capilar equilibrada.
- Arroz: las variedades más oscuras de arroz (basmati, integral o vaporizado) son muy ricas en vitaminas del complejo B, que favorecen el correcto desarrollo celular, haciendo que los capilares crezcan más fuertes y en mayor número.
- Huevos: además de ser una fuente de proteína de altísimo valor biológico, son ricos en biotina. Esto los convierte en un alimento de gran importancia para el crecimiento capilar, porque estimula la producción de queratina, promoviendo un cabello más fuerte y sano y evitando así su caída. Asimismo, son ricos en zinc y selenio, dos elementos importantes para la salud capilar.
- Espinaca: sus múltiples nutrientes son muy importante para la salud capilar, ya sea a causa de las vitaminas A y C, del zinc, del magnesio o del hierro, siendo este último relevante, en particular, para el cabello de la mujer.
- Aguacate: rico en vitamina E, cuya suplementación está asociada a buena salud capilar, es un alimento importante para un cabello sano y resistente. Además es rico en ácidos grasos esenciales que estimulan una producción más eficaz y sana del cabello.
- Zanahoria: de sobra conocido es su contenido en caroteno, un precursor de la vitamina A, que favorece la salud de la piel y de las membranas de los tejidos. Así, su consumo habitual previene la caspa y la caída del cabello.
- Avena: es muy rica en vitamina B y zinc, aunque resulta beneficiosa para el cabello por su contenido en silicio, componente esencial de la queratina, que es el elemento principal del esqueleto de nuestro cabello.
España, a la cabeza del mundo en alopecia
Según datos publicados por la Sociedad Internacional de Cirugía de Restauración del Cabello (ISHRS), las cirugías para repoblar el cuero cabelludo han aumentado en todo el mundo hasta un 64% entre 2014 y 2017. En nuestro país más del 50% de los hombres y del 30% de las mujeres sufren algún tipo de caída anormal del cabello. No en vano, España ocupa el segundo puesto del ranking mundial de casos de calvicie, según un informe publicado en 2011 por la edición japonesa de Tripadvisor.
Soluciones a la caída del cabello
Teniendo en cuenta esta tendencia, no es de extrañar que cada vez sean más los que deciden dar el paso y someterse al único tratamiento definitivo eficaz contra la calvicie: el injerto capilar. Consiste en repoblar las zonas necesitadas de la cabeza recurriendo al trasplante de otras áreas que siguen pobladas, sin que estas últimas sufran efectos visibles.
Se trata de una intervención prácticamente indolora que se realiza en quirófano con anestesia local por parte de médicos y enfermeros especializados, como los de la clínica capilar Insparya, un centro de referencia en el sector por su amplia experiencia, avalada por más de 35.000 trasplantes y el reconocimiento de las más prestigiosas sociedades mundiales.
Sus instalaciones en Madrid cuentan con 2.500 m2 que incluyen 18 quirófanos exclusivamente dedicados al trasplante capilar. Pero también realizan tratamientos dermatológicos punteros, como la mesoterapia capilar o el Plasma Rico en Plaquetas (PRP), ambos indicados para mejorar la calidad del cabello e intentar prevenir la progresión de la alopecia, pudiendo anticipar el crecimiento del cabello postrasplante.
¿La clave de un pelo sano y bonito? Como en todo lo relacionado con la salud de nuestro cuerpo, la respuesta está en una alimentación saludable, combinada con el asesoramiento de profesionales cualificados que nos ayuden a prevenir y detectar a tiempo los posibles problemas con nuestro cabello.
Si quieres saber más sobre el cuidado del cabello y los tratamientos que existen para la alopecia en hombres y mujeres, te damos más consejos en el Espacio Insparya.
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