Frente a la desventaja de tener que dedicar tiempo a la cocina para poder comer preparaciones caseras en el trabajo, hoy te mostramos siete ventajas de comer de tupper durante el nuevo curso si tu objetivo es cuidar la dieta y la salud.
Más comida casera y mejor salud
Las ventajas de comer de tupper sin duda están relacionadas con la ingesta de comida casera, no procesada ni de fast food, por ello, entre los principales beneficios de llevar el tupper cada día a la oficina encontramos los siguientes:
- Menor peso corporal: la comida que compramos y fue elaborada fuera de casa tiene el doble o más calorías que una hecha por nuestras propias manos. Además, muchos alimentos comprados tienen sustancias adictivas y bajo perfil nutricional, todo lo cual no contribuye al logro de un peso sano. Si comemos más de tupper, más comida casera, sin duda será más fácil tener un peso saludable.
- Bajo riesgo de sufrir enfermedades metabólicas: la dieta está estrechamente vinculada a nuestra salud y se sabe que si comemos mal a diario el riesgo de sufrir obesidad, diabetes, hipertensión y otro tipo de enfermedades crónicas no transmisibles es elevado. Así, un estudio publicado en Plos Medicine confirma que ante una mayor frecuencia de comidas caseras menor es el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
- Menores probabilidades de sufrir carencias: la mayor parte de los alimentos que compramos fuera de casa suelen incluir alimentos procesados o ultraprocesados que según una investigación de la Universidad de Cambridge tienen un bajo perfil nutricional, es decir, no aportan fibra, vitaminas, minerales ni antioxidantes. Si por el contrario cocinamos en casa y llevamos nuestros platos en un tupper, tendremos más posibilidades de comer con buenos nutrientes y así, reducir el riesgo de sufrir carencias.
- Mayor productividad: si no llevamos comida tendremos que ir a comprarla, para después sentarnos a comer en la oficina y sin duda todo esto lleva un tiempo considerablemente mayor que sacar el tupper y sentarnos a degustar el plato que hay en su interior. Así, llevar el tupper puede reducir pérdidas de tiempo y volvernos más productivos, eso sin contar que una buena dieta también contribuye a un mayor rendimiento cognitivo.
- Menos estrés: si tenemos millones de tareas que cumplir y el tiempo nos resulta siempre escaso para lograr las mismas, llevar el tupper y sentarnos a degustar el mismo en medio de la naturaleza o un ambiente calmo muy diferente de los locales de fast food puede ser de gran ayuda para reducir el estrés, pues además, seremos más productivos, no perderemos tiempo y ello, sin duda puede ser de utilidad para reducir las tensiones y presiones en el trabajo.
- Más saciedad y menos ansiedad: si te cuesta calmar el gusanillo entre horas y difícilmente te sacias con la comida en el trabajo, elaborar tus propios tuppers puede ser de ayuda, pues escogerás los ingredientes que favorecen la saciedad y reducen la ansiedad, tales como aquellos que exigen masticación, ricos en proteínas y que promueven la liberación de serotonina en el cuerpo, con el objetivo de saciarte más, evitar los excesos y reducir la ansiedad en medio de la jornada laboral.
- Menor gasto económico: si queremos una razón más para cuidar la salud evitando el estrés que un bolsillo afectado puede ocasionar, comer de tupper es de mucha ayuda, pues en este sentido tendrás asegurado un menor gasto económico y mayor calidad nutricional para el cuidado de la salud, lo cual a futuro también te ahorrará gastos en tratamientos medicamentosos y de otro tipo.
Ya ves que comer de tupper tiene muchas ventajas y aunque lo veas difícil por la falta de tiempo, debes saber que puedes lograr preparaciones sanas en cuestión de minutos para llevar de tupper en el nuevo curso y disfrutar de estos beneficios con su consumo.
También puedes cocinar un día y congelar para toda la semana, de manera de no pensar a diario qué comerás el día siguiente ni dedicar tiempo en la semana a la cocina de tus tuppers.
Bibliografía consultada | Plos Medicine, July 5, 2016, https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1002052; y Public Health Nutrition, Volume 19, Issue 3, February 2016 , pp. 530-538.
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