Después del confinamiento, en muchas ciudades hemos podido ver cómo ha crecido el uso de la bicicleta como una alternativa al transporte público: es cómoda, es segura y nos permite aumentar nuestra actividad física al mismo tiempo que mantenemos el distanciamiento social que nos han inculcado desde hace meses.
En este contexto Cabify lanzó el proyecto Bive, que incluye una app útil para todos los usuarios de bicicleta en Madrid y, desde hace poco también en Valencia, un sistema de subscripción con el que podemos contar con servicios de mantenimiento y seguro para nuestra bici, alquiler de bicis tradicionales y eléctricas si no disponemos de una, y una tienda propia en la que podemos encontrar bicis y accesorios.
Durante las últimas semanas hemos podido probar tanto el funcionamiento de la app como del sistema de suscripción y su bicicleta eléctrica y plegable "Chamberí", y os contamos cómo ha sido esta suerte de 'Navidad sobre ruedas'.
La ciudad de las cuestas, mejor con bici eléctrica
La batería de la bicicleta, con una autonomía de más de 50 kilómetros, va insertada en el cuadro de la bici.
Si el clima lo permite, suelo usar mi bicicleta (ahora una bici de paseo con cambio Shimano de siete velocidades) para desplazarme por Madrid. Ahora bien, las cuestas de la capital, que no son pocas, hacen algo más difícil el poder usar la bici como medio de transporte habitual. Personalmente, además, vivo en una zona en la que para ir al centro tengo que obligatoriamente subir una cuesta de casi un kilómetro y bastante desnivel con la bici, que no es un drama, pero las piernas pican cuando llegas arriba (la cuesta de San Vicente, para los que conozcáis Madrid); no en vano, la uso para entrenar series en cuesta de cara a las carreras.
Bicimad, el servicio de alquiler de bicis eléctricas de Madrid, es de mucha ayuda a la hora de desplazarnos por la ciudad, pero no había llegado a mi barrio hasta hace un par de semanas. Bive, por su parte, me prestó su modelo Chamberí de bici eléctrica y plegable, para poder probar esta forma de transporte en la capital y vaya si se nota un cambio sustancial al pasar de una bici tradicional a otra con asistencia en el pedaleo.
La pantalla en el lado izquierdo del manillar nos ofrece datos sobre nuestro desplazamiento: velocidad, nivel de asistencia al pedaleo utilizado, nivel de la batería, kilometraje total y kilometraje de ese viaje.
El modelo Chamberí, disponible en su tienda del centro de Madrid, cuenta con un asistente al pedaleo de cinco niveles y con un cambio Shimano de siete velocidades. Es una bicicleta plegable eléctrica de 20 pulgadas con frenos de disco. Su batería, de 10 amperios, nos proporciona más de 50 kilómetros de autonomía (dependiendo de diferentes factores como el nivel de asistencia al pedaleo que usemos y el peso del ciclista) y se puede cargar tanto dentro como fuera de la bici en unas dos horas y media. La bici viene equipada con luces, candado y timbre.
Cómo funciona la asistencia al pedaleo en una bici eléctrica
Lo más interesante de la bici es, sin duda, la asistencia al pedaleo. Para entender cómo funciona tenemos que tener claro que sí o sí tendremos que dar pedales (unas veces más, otras menos, en función del terreno en el que nos encontremos): hasta que nosotros no comenzamos a dar pedales no se activa la asistencia al pedaleo. Pero, cuando lo hace podemos observar un cambio muy significativo en nuestra forma de movernos.
Combinando las diferentes marchas de la bici con los distintos niveles de asistencia al pedaleo comprobaremos cómo movernos por la ciudad se nos hace infinitamente más sencillo que con una bicicleta clásica, pudiendo alcanzar una velocidad máxima nada desdeñable de 25 kilómetros por hora.
Cambio Shimano Revoshift de 7 velocidades en la parte derecha del manillar, muy cómodo.
Con esta asistencia (eso sí, en su nivel máximo) he podido subir cuestas sin apenas esfuerzo y disfrutando muchísimo de los trayectos. Además, el hecho de contar con esta asistencia, personalmente me da una sensación de mayor seguridad a la hora de moverme entre los coches en la ciudad.
También es importante que tengamos en cuenta que la asistencia al pedaleo se corta cada vez que dejamos de pedalear o cuando frenamos, para poder circular de forma segura.
Mi experiencia con una bici eléctrica y plegable en Madrid
La bici se pliega por el manillar y por la parte central del cuadro, pudiendo guardarse de una forma bastante compacta, y con una práctica asa que facilita el desplazamiento.
La verdad es que no podría haber probado la bicicleta en mejor momento: durante la Navidad preferí tomar lo menos posible el transporte público, y en fechas señaladas, como el propio día de Navidad o el de nochevieja, fue una suerte poder desplazarme en bicicleta de una manera más cómoda.
La circulación junto a otros vehículos es sencilla y, como decía, para mi gusto más segura, ya que me aseguro de que puedo alcanzar sin problemas una velocidad adecuada sin tener que fiarlo todo a mis piernas.
Estos días he podido probar la bici en diferentes terrenos (tanto asfalto como asfalto mojado y tierra) y en todos los casos la bicicleta mantenía un buen agarre y una buena frenada. Lo que más me preocupaba era la circulación sobre asfalto mojado, sobre todo porque intento no coger la bici en esas condiciones, pero tanto la tracción como el frenado funcionaron sin ningún problema y me permitieron desplazarme segura.
Cabe perfectamente en el ascensor, ideal para poder subirla a casa si vives en un piso.
El hecho de que se trate de una bicicleta plegable y que pueda "dormir en casa" sin ocupar mucho sitio, también ha supuesto una ventaja frente a mi bici habitual. Es muy sencilla de plegar (se dobla a mitad del cuadro, quedando accesible el compartimento de la batería, y a media altura del manillar) y ocupa, aproximadamente, un espacio de 85 x 40 centímetros, lo que hace que la podamos guardar de forma cómoda en casa e incluso meterla en ascensores pequeños para moverla.
Bive+: talleres, aparcabicis y un servicio de suscripción
La app de Bive, disponible desde la web, nos permite monitorizar los aparcabicis de toda la ciudad desde nuestra pantalla del móvil. Accediendo desde el ordenador o desde nuestro teléfono podremos ver, al introducir la dirección que queramos, dónde se encuentran los aparcabicis más cercanos. Además, también tenemos la opción de que la app nos redirija automáticamente a Google Maps y nos muestre los mejores itinerarios en bici hasta el punto de destino (también el tiempo medio que tardaremos en llegar y las calorías gastadas en el trayecto).
Por otro lado, Bive también nos muestra la ubicación de los talleres de bicicletas cercanos a nuestra ubicación o a la dirección que le proporcionemos. Así mismo, también podemos solicitar la ruta para llegar a cada uno de ellos.
Además de la app gratuita, Bive es también un servicio de suscripción: por un lado tenemos Bive Plus Basic, el servicio que te puede interesar si ya cuentas con tu propia bicicleta. Esta modalidad, por 9,95 euros al mes, te ofrece mantenimiento periódico de tu bicicleta, reparación de pinchazos, una limpieza periódica de tu bici y descuentos en Cabify, la empresa detrás de Bive, en la tienda (para compra de accesorios) y en el taller.
Por otro lado, si no dispones de bici, disponen del servicio Bive Plus, en el que además de todo lo anterior nos proporcionarán la bici que elijamos del catálogo que tienen en tienda (además de contar con opción de compra de esta bici) y un seguro para nuestra bicicleta. El pago es mensual, se puede cancelar cuando quieras, y la cuantía depende del modelo de bici que escojamos (a partir de 34,95 euros).
Imágenes | @ladyfitnessmad para Vitónica
