La semana pasada asistimos al lanzamiento de la nueva zapatilla de Adidas: la Adidas Ultraboost 19, y pudimos probarla con una salida de unos cuantos kilómetros por el parque del Retiro acompañando en uno de sus entrenamientos a los Adidas Runners de Madrid. Os contamos cuáles son las mejoras en este nuevo modelo de zapatilla, que promete mayor reactividad y comodidad, y cómo nos encontramos nosotros durante esos primeros kilómetros.
Así son las nuevas Adidas Ultraboost 19
La nueva zapatilla de la familia Ultraboost nos promete, como decíamos, una mayor reactividad y comodidad. Fabricada con cuatro piezas principales, es una zapatilla ligera (276 gramos en el modelo de mujer y 310 gramos en el modelo de hombre) perfecta para realizar rodajes a ritmos a partir de cuatro minutos el kilómetro.
Mantiene, como las demás zapatillas de su familia, la mediasuela con tecnología Boost con un drop de 10 milímetros: en este caso se ha conseguido incluir hasta un 20% más de material sin aumentar mucho el peso para conseguir así una mayor reactividad y un mejor retorno de energía en cada zancada. Además, en este modelo se ha construido con este mismo material una estructura que da soporte al pie para mejorar su estabilidad, una de las demandas que se habían hecho en modelos anteriores.
Otra de las novedades es que el torsion spring, la pieza que nos aporta mayor estabilidad y que guía la pisada, en este caso es un poco más rígido y un poco más largo que en otros modelos, y está embebido dentro del boost. De este modo consigue ayudar en la reactividad dando dinamismo en la carrera.
El upper de la zapatilla está elaborado con la tecnología Primeknit 360, de una pieza y sin costuras, y se ajusta y adapta a nuestro pie dando la sensación de un calcetín. Este material, que antes solo cubría la parte superior del pie, ahora es 360, algo que consigue que las zapatillas sean más ligeras y que tengan un mejor ajuste. En la parte delantera, además, tiene dos cinchas balísticas que hacen que el upper se adapte a los distintos momentos de la zancada (el pie se expande un 20% durante la fase de aterrizaje) para volver posteriormente a su posición original sin que el tejido ceda.
La pieza que sujeta la zona del mediopie, el cage con las míticas tres bandas de Adidas, es mucho más flexible que en versiones anteriores de la zapatilla, aportando más ligereza y mejorando la estabilidad.
Una novedad más: el soporte para el talón es, en el caso de las Ultraboost 19, un poco más rígido, con una doble densidad alrededor de un material más flexible que nos permite correr con ellas a ritmos más altos. El tendón de Aquiles sigue quedando liberado, como en modelos anteriores.
También la suela, que sigue siendo de Continental, ha cambiado su diseño: si en anteriores modelos el dibujo era a base de formas circulares, en este caso ha cambiado a formas rectangulares, consiguiendo así un mejor agarre en superficies como asfalto mojado.
Las Adidas Ultraboost 19 están ya a la venta en diferentes colores a un precio de 179,95 euros.
Primeros kilómetros con las Adidas Ultraboost 19: así nos hemos sentido con ellas
Como os contábamos, pudimos probar las nuevas Adidas Ultraboost 19 la semana pasada en una salida con los Adidas Runners de Madrid por el parque del Retiro, en un recorrido en el que combinamos asfalto y tierra firme.
La primera sensación al ponernos las zapatillas es la de tener un ajuste perfecto del pie en la zona del upper, gracias a este "ajuste de calcetín" del que hablábamos. El pie queda en su sitio sin apretar demasiado en ninguna de las zonas: esto, en mi caso, ha mejorado mi pasada experiencia con las Solar Boost, que sí me apretaban un poco en la zona del empeine desde los primeros kilómetros. En el caso de las Ultraboost 19 no he notado ningún tipo de presión en la zona.
La mejor reactividad dela zapatilla se nota en cada zancada que damos con ella: la sensación, frente a otras zapatillas que hemos probado, es la de que la Ultraboost invita al pie a dirigirse hacia adelante y que, tras la fase de aterrizaje, impulsa a todo nuestro cuerpo para avanzar. Con todo esto, además, se consigue un movimiento muy fluido, incluso corriendo a ritmos más bajos (nosotros corrimos a 5:45-6:00 minutos el kilómetro dentro del entrenamiento).
Al correr con ellas se nota tanto una mayor estabilidad en el pie, salvo en los momentos en que hicimos sprints de carrera (ya hemos dicho que no es una zapatilla específicamente diseñada para ritmos altos) como un mucho mejor agarre de la suela, quizás una de las cosas que más me sorprendió al correr con ellas.
En resumen, una zapatilla cómoda (con un ancho y un tallaje correcto) y muy reactiva para realizar rodajes medios o largos a ritmos suaves.
Imágenes | @ladyfitnessmad
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