Muchos de los runners que durante el año corren por la ciudad, al llegar el buen tiempo y las altas temperaturas deciden "emigrar" a la montaña en busca de un clima más fresco y, cómo no, también para disfrutar de la naturaleza. Otros se decantan por el monte huyendo de la masificación de las carreras urbanas, y otros ni siquiera han pisado el asfalto corriendo: siempre se han encontrado más cómodos en el campo.
Sea cual sea tu caso, si estás pensando en estrenarte en el trail running o las carreras por montaña, hay unas cuantas pautas básicas que no puedes pasar por alto antes de salir a sumar kilómetros.
Busca un calzado adecuado para la montaña: al contrario que las zapatillas diseñadas para el asfalto, que suelen tener una suela más articulada y también más lisa, el calzado de montaña suele contar con tacos que facilitan el agarre en las superficies irregulares del monte. Dependiendo de si vas a correr por pista, por tierra o por rocas deberás seleccionar el calzado más adecuado para evitar los resbalones o las lesiones en tu carrera.
Mayor desnivel en la montaña que en la ciudad: por norma general, las carreras en montaña cuentan con desniveles más acusados que las que se celebran en el entorno urbano. Tus entrenamientos deberán contar con una buena parte de trabajo de fuerza en las piernas que te ayude a salvar estas cuestas: unas piernas con una buena musculatura son un seguro de vida en las carreras de trail.
Aprende a subir cuestas, pero sobre todo a bajarlas: el momento de mayor tensión en las carreras y entrenamientos de carrera por montaña suele ser el descenso. Las cuestas abajo muy prolongadas ponen a prueba la musculatura de las piernas y la estabilidad de nuestras rodillas y tobillos. Aprender a bajar estas cuestas sin perder el equilibrio y frenándonos solo lo necesario es un entrenamiento básico para las pruebas de trail.
Prepara tu mochila y ropa de manera adecuada: además de las zapatillas, es necesario que lleves contigo ropa adecuada cuando vayas a salir a la montaña. Ten en cuenta que hará más frío que en la ciudad y que en medio de la montaña es posible que no encuentres cómo abastecerte de agua. Una pequeña mochila donde puedas llevar un cortavientos y tu propia botella nunca está de más.
No improvises y prepara la ruta (o escoge una ruta conocida): a poder ser, y sobre todo si eres novato, no salgas solo por la montaña. Como mínimo prepara la ruta que vas a seguir o escoge una ruta conocida por la que sepas que va a transitar más gente. Llevar el móvil cargado o con una batería de repuesto también es una buena medida de precaución cuando salimos a la montaña.
Dicen que los que prueban a correr por la montaña rara vez vuelven a correr por la ciudad, si no es por obligación. ¿Lo has probado ya?
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