Los frutos secos crudos son un grupo de alimentos fundamentales en nuestra dieta: no necesitan preparación, los podemos transportar a cualquier lugar fácilmente y tienen una larga lista de beneficios para nuestra salud. Los pistachos son uno de los frutos secos que destacan por sus nutrientes y que ha sido ampliamente estudiado en relación con la salud. En este artículo exponemos por qué deberías incluir pistachos cada día en tu dieta.
Los pistachos no son un alimento más
Imagen extraída de https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/14786419.2017.1408093?journalCode=gnpl20
El pistacho es un fruto milenario originario del centro y sudoeste de Asia, y ahora está ampliamente distribuido por todo el Mediterráneo. Sus compuestos bioactivos y sus ácidos grasos han sido ampliamente estudiados, dando lugar a interesantes propiedades beneficiosas.
Los pistachos son fuentes ricas en ácidos grasos saludables, proteínas, fibra y muchas vitaminas y minerales, además de algunos componentes antioxidantes como los fitoesteroles, luteína y polifenoles.
Los beneficios para la salud de los frutos secos han sido ampliamente demostrados en cuanto a la mejora de alteraciones metabólicas de la obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades crónicas como las cardiovasculares. En comparación con otros frutos secos, los pistachos tienen una mayor actividad antioxidante y antiinflamatoria.
Esa es la razón por la que este alimento debe formar parte de nuestro día a día, siempre que no haya ningún tipo de intolerancia o problema derivado de su consumo.
Los pistachos son beneficiosos para la salud metabólica y cardiovascular
Pistachos y riesgo metabólico
Nuestro cuerpo no deja de trabajar ni un sólo segundo a lo largo del día. Constantemente está almacenando y gastando energía para que podamos movernos o estar tumbados leyendo este artículo. Esos procesos conocidos como metabolismo, pueden funcionar de forma más o menos óptima.
Cuando una persona desarrolla alguna enfermedad metabólica, hay factores que se alteran, como la resistencia a la insulina o el colesterol sérico, así como otras características relacionadas con la salud cardiovascular, como la presión arterial. El ejercicio es medicina para paliar estas alteraciones, y revertirlas a condiciones normales.
La dieta es el otro pilar fundamental con el que ayudaremos a nuestro organismo a mejorar esas condiciones alteradas, que pueden desembocar en enfermedades varias y complicaciones que podrían desembocar en mortalidad por todas las causas.
Los pistachos forman parte de la dieta Mediterránea, ya que su consumo diario mejora nuestro perfil lipídico, al reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, este fruto seco tiene efectos beneficiosos en enfermedades como el síndrome metabólico al mejorar la inflamación, el estrés oxidativo y otras funciones metabólicas.
Pistachos y protección frente a enfermedades cardiovasculares
Un metabolismo saludable se alinea con un alejamiento de las enfermedades cardiovasculares. Si nuestras concentraciones de colesterol de baja densidad (LDL) son adecuadas, tenemos menos lípidos en sangre, y nuestras autovías y carreteras (vasos sanguíneos) funcionan correctamente, habrá menos "atascos" que surgen como enfermedades cardiovasculares.
El consumo de pistachos se asocia con una mejoría en los marcadores de enfermedad cardiovascular, como la prevención de placas en las paredes de los vasos sanguíneos y una mejor salud de las funciones vasculares. Eso nos hace destacar los efectos potenciales del consumo de pistacho en la prevención de dislipidemia y los eventos cardiovasculares.
Los pistachos son beneficiosos en la regulación del peso corporal
"No como frutos secos porque tienen mucha grasa y engordan". Existen una creencia generalizada que atribuye el efecto de engordar o adelgazar a un macronutriente. De ahí sale el miedo a la grasas por algunas personas, y el alejamiento de los hidratos de otras.
Si no podemos comer grasas porque engordan, y tampoco carbohidratos porque son "el demonio", ¿qué comemos? Sí, nos queda la proteína, que es muy importante y no debe faltar en cada comida, pero no debemos señalizar a un macronutriente, sino al alimento que lo contiene.
Los pistachos son una fuente rica en ácidos grasos, como lo son los demás frutos secos, pero su grasa dista mucho a la grasa que contiene la bollería industrial y otros productos que sí hay que dejar de lado. De hecho, el consumo de pistachos y frutos secos en general se asocia con un mejor control del peso corporal.
La explicación no es que este alimento sea mágico y nos haga adelgazar, sino que escogiendo pistachos estaremos alejando otras opciones menos saludables. Además, sus muchos componentes saludables ayudan a que nuestras células funcionen mejor, lo que unido a su alto contenido en fibra, nos hará saciarnos.
Los pistachos son una fuente abundante de antioxidantes y antiinflamatorios
El estrés oxidativo y la inflamación son los dos enemigos de la salud. Los antioxidantes y los antiinflamatorios (no fármacos) son nuestros aliados frente al envejecimiento acelerado y, por lo tanto, a una mayor salud. Los pistachos contienen dosis elevadas de componentes que son altamente antioxidantes y antiinflamatorios.
Los pistachos contienen polifenoles, fitoesteroles y otros antioxidantes dietéticos que actúan como carroñeros neutralizando enemigos, como las especies reactivas de oxígeno (ROS), y construyendo defensas antioxidantes.
Esa función tiene innumerables beneficios como los metabólicos y cardiovasculares que ya hemos visto, pero afecta a mucho más: función adecuada de nuestros órganos, un cerebro más en forma, mejor apariencia física y todo aquello relacionado con la salud celular, es decir, todo.
Claramente los pistachos no son mágicos, y necesitan ser acompañados de una dieta adecuada, ejercicio físico y un estilo de vida saludable. Si aún no consumes pistachos, o frutos secos crudos, sin tostar y sin sal, inclúyelos en tu dieta para hacerla más rica y saludable.
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