Entre los diferentes mariscos que encontramos a nuestra disposición y que podemos incorporar a nuestra dieta habitual, las navajas son un gran alimento del cual te contamos sus propiedades, beneficios y usos en la cocina.
Las propiedades de las navajas
Las navajas son un molusco cuya concha tiene forma alargada semejando una navaja y de allí su denominación. Como otros mariscos su nutriente principal son las proteínas de alta calidad que en este caso rondan el 14%.
Son pobres en grasas y reducidas en hidratos por lo que se trata de un alimento de bajo valor calórico, aunque de sus pocas grasas la mayoría son poliinsaturadas, sobre todo omega 3.
Entre sus micronutrientes destaca en las navajas el contenido de vitamina B12, potasio, fósforo, sodio al igual que en otros mariscos, hierro, selenio y en menor medida calcio y magnesio.
Lamentablemente, también son fuente de sustancias peligrosas en exceso como es el mercurio que se encuentra en elevadas proporciones en las navajas según un estudio publicado en Journal of Food Protection y también es posible que en estos alimentos existan cantidades variables de arsénico y niquel como concluye una investigación de Food Chemistry.
Los beneficios de las navajas
Las navajas por su riqueza en proteínas de calidad con pocas grasas y por ende pocas calorías, son un alimento que puede brindar saciedad con facilidad y por ello, ser de ayuda al momento de adelgazar, sobre todo si llevamos dietas cetogénicas o bajas en hidratos.
Asimismo, por ser fuente de proteínas animales, hierro de calidad y vitamina B 12 su consumo estaría recomendado en quienes buscan prevenir o revertir anemias nutricionales, debido a que estos nutrientes pueden influir en dicha patología.
Debido a la gran variedad de minerales y su alto contenido acuoso las navajas también pueden ser aliadas de la dieta del deportista favoreciendo además la hidratación corporal. De hecho, en la antigua Grecia estos pequeños animales marinos eran usados con fines terapéuticos varios como concluye una publicación de la revista científica Journal of Ethnopharmacology.
No obstante, debe consumirse con cautela en personas hipertensas o con problemas renales debido al alto contenido de sodio y fósforo que presentan las navajas.
Asimismo, se debe considerar que con las navajas así como con otros moluscos contaminados podemos adquirir el Norovirus responsable de una gastroenteritis así como el virus de la Hepatitis A que causa una grave infección hepática. Asimismo, se han registrado casos de envenenamiento diarreico humano a causa de la ingestión de navajas con altos niveles de toxinas marinas en su interior entre las que destaca el ácido okadaico.
Para prevenir estas enfermedades lo mejor es consumir navajas que han sido controladas por organismos de seguridad alimentaria y que hayan pasado controles bromatológicos adecuados, así como también, vacunarnos ante los virus de hepatitis A y Norovirus.
Cómo usar navajas en la cocina
Las navajas se encuentran bajo tierra en el mar, de allí que previo a su cocción siempre se aconseja un cuidadoso lavado. Para ello debemos meter las navajas en un bol con abundante agua fría y las dejamos durante 15 minutos. Después, las sacamos del agua -sin volcarla, sino cogiéndolas de una en una- y las lavamos bajo el grifo. Después vaciamos y limpiamos el bol y las volvemos a dejar en remojo con agua nueva, repitiendo esta operación 3 veces hasta que el agua del bol no tenga ya rastros de arena.
Una vez bien limpias procede la cocción de las navajas ya que no se aconseja su consumo en crudo, y podemos elaborarlas al horno, a la plancha, en guisados, con salsa para el aperitivo o en otros platos de manera similar a otros mariscos bivalvos.
Imagen | Wikimedia Commons y Directo al Paladar