Leyendo un artículo acerca de la industrialización alimentaria, me llamo mucho la atención el término usado por la antropóloga autora del mismo, ella denomina a los alimentos de hoy como OCNIs: objetos comestibles no identificados. Pues claro, no sabemos con exactitud qué comemos.
Cuando uno piensa rápidamente dirá: ¿cómo no voy a saber lo que como? La realidad es que no lo sabemos, porque la mayor parte de los alimentos que compramos no son naturales, sino procesados o pasan al menos por un proceso industrial.
Así, en la actualidad comemos manzanas rojas, redondas y brillantes, pero que no saben a nada, y nos preguntamos: ¿será que tienen genes de otra especie? ¿tendrá algún agroquímico que me perjudique? Nada de esto lo podemos controlar nosotros. Debemos confiar ciegamente en los sistemas reguladores.
Pero hoy en día, si nos ponemos a analizar, es muy difícil encontrar alimentos producidos como antes, hoy nos venden yogures con diferentes bacilos y bacterias y nosotros debemos confiar en lo que la publicidad nos vende, pues no tenemos otra forma de saber de qué se tratan dichos agentes que acaban en nuestro cuerpo.
Además de alimentos genéticamente modificados, hoy desconocemos si a las carnes les inyectan hormonas, si poseen restos de químicos, si el envase es el adecuado y su conservación también, si posee conservantes y aditivos que pueden afectarnos, y hasta hemos escuchado de nutrigenómica y de nanoalimentos. ¿Eso comeremos en un futuro? ¿Qué es?
Es triste saber que cada vez tenemos más de estos alimentos y menos de los caseros, aquellos elaborados por nosotros, donde nada sera oculto. Hoy la gente prefiere comprar congelados de carne procesada que no nos permite ver si es carne o es una mezcla de cereales, un poco de saborizantes, colorantes y restos de algún tipo de carne, a comprar un trozo de carne y elaborar su propia hamburguesa en casa.
Es raro pensar en esto pero es lo que nos pasa, y la antropóloga del artículo que leía lo describe de una manera un tanto graciosa y un tanto cruel: “los alimentos de hoy se han transformado en OCNIs. No sabemos lo que comemos“.
En VItónica | Analfabetos alimentarios: un término del siglo XXI
Imagen | Sergis blog
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david.duatismontane
Hace un par de años asistí a una conferencia que organizó la Generalitat de catalunya en la que asistieron empresas de aditivos, Nestle, Caprabo, Tarradellas y demás. Todos coincidían en que el último en decidir el consumo es el consumidor que ellos al fin de cuentas elaboran lo que la gente compra, cuando un producto no se compra se deja de fabricar. Yo siempre digo una frase cierta, la incultura es felicidad. Cuando uno no lee las etiquetas, o no sabe interpretarlas es más feliz. Ya que no sabe a que está expuesto. El problema son los aditivos y conservantes, cada vez se hacen conglomerados de aditivos con micro cantidades de diferentes aditivos con lo cual si no supera una cantidad X no tienen que declararlo. Aquí la trampa. La conferencia más grata fue la del responsable de Tarradellas esté comento que cuanto menos se complican en los ingredientes o más simples hacen las cosas más buenas les salen y triunfan más. El otro problema es cuando en el envase leemos sin conservantes. Eso no nos da la seguridad de que el alimento no este pasteurizado más de una vez, ejemplo simple. Los zumos tropicales llegan en barco en contenedores pasteurizar del país de origen, aquí para mayor seguridad las industrias pausterizar de nuevo los zumos mínimo 2 veces más, eliminando las vitaminas sensibles a la temperatura, en algunos casos se añaden de forma posterior y artificialmente. De estas podríamos contar cientos de cosas, como los alimentos radiados. La industria alimentaria nos envenena lentamente y con el permiso de las autoridades.
emedoble
Triste pero cierto. Tan cierto como que los precios de los alimentos "naturales" son inasumibles por una gran mayoría.
La agricultura natural se expone a multitud de plagas que se enfrentan (y sobreviven) a pesticidas, por lo que son plagas fortalecidas contra cultivos sin protección. Amén de los fertilizantes naturales, que no pueden alimentar a las plantas con la misma eficiencia que los artificiales.
Lo mismo con las reses y otros animales de granja, que ni engordarían tanto ni en un tiempo tan corto.
Todo esto es fruto de la ley de oferta y demanda, y la demanda de comida en un mundo superpoblado es tal que ni siquiera utilizando estos métodos de producción tan masivos y artificiales se consigue cubrir del todo...
grumete
Si os interesa el tema tambien esta muy bien " el detective en el supermercado" de Michael Pollan, es un periodista y colaborador del new york times, esta muy bien y da una idea muy clara de toda la "comida" que metemos al buche...
XemarY
Yo gracias a Vitonica he aprendido bastantes cosas sobre alimentación, y gracias a esos post y consejos intento alimentarme lo mas sano y natural posible, aunque es verdad que es muy dificil saberlo todo de un producto, intento leer las etiquetas de los productos y ver lo poco que nos dicen de sus alimentos, para saber cual elegir. Hos recomiendo un libro que habla muy claro de este tema: Comer.y.no.morir.en.el.intento7ªEd.Aditivos,Cosmeticos,Transgenicos,Quimicos,Higienismo. Aunque hos aviso que despues de leerlo os puede quitar un poco las ganas de comer ciertos productos y obsesionaros con saber las cosas que llevan lo que consumimos (obsesionaros con las etiquetas, como me pasa a mí). Saludos de XemarY!!!
annushka
Lamentablemente es así. Podemos hacer algo?
jav.vaj.37
Deberían estudiar el sistema de etiquetado actual. Por lo menos los que nos leemos las etiquetas no informaríamos mejor.
txurrispo
Segun me han comentado uno (bastante desconocido) es la leche. Ya casi no hay leche, son todo preparados lacteos. Y no me refiero a bebibles y similares, sino a la leche en brick que tomamos con cafe, te y similares.
tyk
Solución:
Comprar alimentos de proximidad, promocionando los mercadillos de productores locales (controlados) en plazas y mercados de las ciudades. Esto triunfa en los paises del norte de Europa donde convive con los supermercados y dan mucha vida alas ciudades. Son alimentos un poco más caros pero con muchas garantías (a menudo ecológicos). Ejemplos: fruta y verduras de temporada en tu región (o pais), carne de mataderos locales, alimentadas de forma más natural, leche, vino etc. Si compramos malos alimentos es porque quermos la información está ahí. Lo que no se puede pretender es ir a un Hiper y que tenga alimento "seleccionado" por su calidad, a menos que exista una fuerte demanda (Whole Foods en US) para esto se necesita cultura de compra y educación alimetnaria y me temo que esto va para rato.