No son pocas las personas que se pasan al veganismo con la finalidad de mejorar la calidad de su dieta y así, proteger la salud. Sin embargo, una dieta vegana no siempre es una dieta más sana. Te mostramos siete productos de origen vegetal que debes evitar en tu mesa.
Vegano no es sinónimo de saludable
Que un alimento o producto sea vegano implica que resulta 100% vegetal, es decir, que no presenta componentes derivados del reino animal en su interior. No obstante, el término vegano no es sinónimo de saludable, y por el sólo hecho de pasarnos al veganismo no vamos a estar más sanos.
Si buscamos mejorar nuestra salud de la mano de una dieta vegana, lo más aconsejable es buscar la guía y supervisión de un profesional de la nutrición que nos ayude a planificar adecuadamente nuestra dieta para que no falten nutrientes importantes y también, para que cuidemos ante todo la calidad de lo que comemos.
Hay muchos alimentos y productos veganos cuya calidad deja mucho que desear y que debemos evitar en la mesa habitual si buscamos cuidar la salud. Este es el caso de los siguientes siete ejemplos:
- Azúcar de mesa que deriva de una planta y constituye un azúcar libre que solemos utilizar como endulzante y que muchos productos llevan como añadido.
- Cereales de desayuno comerciales que se encuentran cargados de azúcar y sodio, aun las opciones denominadas "fitness" o "ricas en fibra". Incluso, pueden contener grasas trans.
- Patatas fritas de bolsa que son un snack 100% vegano elaboradas en el mejor de los casos con patata, sal y aceite pero que concentran muchas calorías que no sacian y una combinación adictiva de nutrientes: almidón, grasas y sodio.
- Ketchup y otras salsas comerciales veganas que podemos encontrar en el supermercado suelen contener cantidades apreciables de azúcares añadidos o de sal en su interior y pocos nutrientes de buena calidad. Por lo que recomendamos evitar su consumo y preferir alternativas caseras.
- Bebidas vegetales saborizadas que pueden esconder una cantidad apreciable de azúcares añadidos y aditivos con escasa proporción de su ingrediente de origen. La mejor alternativa será aquella con menos ingredientes y sin azúcar ni sabor incorporado.
- Salchichas y hamburguesas veganas que al igual que en el caso anterior, pueden tener poco de soja, de guisante o del ingrediente que les da origen y nombre y ofrecer como otros ultraprocesados, azúcares, sal y grasas en exceso.
- Galletas y barritas de granola veganas que son muy escogidas para comer entre horas o protagonizar desayunos y meriendas. Todas las alternativas, incluso aquellas ricas en fibra son un ultraprocesado más que pueden tener mucho azúcar en su interior, grasas de mala calidad y sal.
La clave entonces está en evitar los ultraprocesados y basar nuestra dieta en alimentos frescos y de temporada, combinándolos adecuadamente para que no falten nutrientes y también, suplementando la dieta cuando fuera necesario.
Por todo eso, es importante no olvidar que una dieta vegana no siempre es una dieta más sana y que un nutricionista que nos asesore puede resultar de mucha ayuda para proteger al organismo cuando deseamos cambiar nuestra alimentación.
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Imagen | Unsplash e iStock
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