Muchas de las competiciones suelen realizarse por la mañana, por tanto el desayuno se convierte en una comida clave para la carrera. El desayuno precometición, dependiendo de cómo lo hagamos, puede ayudar o entorpecer esa competición, por eso debemos tener algunas cosas en cuenta.
De entrada y como muchas veces hemos dicho, no hay que probar cosas nuevas. En ocasiones leemos en revistas u otros compañeros nos comentan un tipo de desayuno precompetición o "alimentos milagro", pero si no lo hemos probado antes y nos hemos asegurado de que nos sientan bien, mejor dejarlos de lado.
Yo siempre sigo una norma: desayunar como siempre, pero un poco menos. En mi caso, a diario hago un desayuno bastante abundante pero el día de la competición suelo meter menos cantidades, por la simple razón de que los nervios o la activación para correr pueden entorpecer la digestión y notarme más pesado.
Recargar los depósitos de glucógeno es importante, pero no podemos dejarlo para última hora, es decir, para la última comida. En este caso donde la carrera sería por la mañana, la comida del día anterior y la cena van a ser las claves para recargar los depósitos de glucógeno. El desayuno acabará ese trabajo, pero ni mucho menos cobra toda la importancia.
Otro aspecto muy importante es cuándo hacer el desayuno. Esto depende mucho del tipo de desayuno y de cada uno de nosotros, pero al menos tres horas antes de la carrera, así nos aseguramos de que la digestión se haya completado. No hay nada peor, que correr con la sensación de tener el estómago lleno.
La hidratación si debemos mantenerla hasta media hora antes de la salida, en pequeñas cantidades y cada 15 minutos. Muchos corredores ingieren un gel de glucosa antes de la salida, eso también es algo muy personal y que debemos de haber entrenado, ya que cada cuerpo reacciona de forma diferente ante este tipo de suplementos.
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