Si bien muchos de los accesorios que compramos a la hora de hacer deporte son puro postureo, pero hay otro en los que no conviene escatimar: las zapatillas en el caso de los runners o los sujetadores deportivos son buenos ejemplos de ello.
Saber escoger qué sujetador deportivo debemos usar en cada ocasión (porque no será el mismo en caso de que practiquemos running o yoga, por ejemplo) y renovarlo cuando sea necesario no es solo cuestión de estética: también protegerá la salud de tu busto. A continuación, una guía rápida para escoger tu sujetador deportivo ideal.
Dime qué deporte vas a hacer y te cuento qué sujetador necesitas
El tipo de sujetador que tenemos que escoger va siempre en función del deporte que vayamos a practicar: no es lo mismo practicar una disciplina en la que vamos a tener un alto impacto, como puede ser el running o el CrossFit, que otra en la que la sujección no es tan importante como la comodidad, como el caso del Pilates o el Yoga.
En el caso de practicar un deporte de alto impacto necesitaremos un sujetador que recoja bien el pecho y que prime la función de sujección sobre la comodidad y la estética. Los sujetadores con los tirantes cruzados a la espalda suelen ser los más indicados para este tipo de actividades, ya que sujetan mejor el busto.
En el caso de los deportes de medio o bajo impacto podemos optar por un sujetador que no comprima tanto el busto, ya que los movimientos van a ser más controlados y menos agresivos. En este caso, los sujetadores más cómodos y con tejido más transpirable suelen ser los adecuados para estas actividades.
Lo que debes tener en cuenta a la hora de elegir un sujetador deportivo
La talla de tu pecho y del sujetador: puede parecer obvio, pero acertar con la talla adecuada de sujetador no siempre es fácil. Si tu cuerpo está pasando por cambios (si has perdido peso y contorno o si lo has ganado) es importante que inviertas en un nuevo sujetador de tu talla para asegurarte de que va a proteger tu busto de forma correcta.
Lo mejor a la hora de dar con un buen sujetador deportivo es probárnoslo: comprueba que la talla es correcta metiendo dos dedos entre el elástico que queda debajo del busto y tu piel. Esta es una forma sencilla de comprobar que la talla es correcta.
La copa del sujetador: hablábamos de la talla, que corresponde al contorno de la espalda, pero tampoco debemos olvidar la copa de nuestro sujetador. Si tu talla de copa es pequeña (copa A o B), necesitarás un sujetador deportivo de compresión; mientras que si tu copa es más grande (de la C en adelante) el sujetador que deberás comprar es de recogimiento o encapsulación, que sujeta el pecho pero no lo comprime al traer copas integradas.
¿Sujetador deportivo con o sin relleno? El relleno de los sujetadores deportivos, además de dar una forma más bonita al pecho, hace que no transparente la zona del pezón. Personalmente a mí no me gustan nada porque si sudas mucho terminan por empaparse. En el término medio, podéis encontrar sujetadores con relleno extraíble con los que podréis decidir si llevarlo o no (cuidado con estos porque es posible que el relleno se mueva de su sitio).
Costuras siempre planas y con varillas de plástico: una de las principales razones para no usar un sujetador tradicional en el gimnasio, además de la falta de sujección y de que no están diseñados para ello, es que los sujetadores tradicionales tienen costuras normales, que pueden provocarnos rozaduras e incluso heridas en la piel. La otra razón principal es que las varillas de los sujetadores de diario suelen ser de metal y pueden hacernos daño al ejercitarnos. Tu sujetador deportivo, siempre con costuras planas y varillas de plástico.
Asegúrate, además, de que el tejido del sujetador es técnico (la mayoría ya se realizan con tecnología de evacuación del sudor) o por lo menos transpirable y que, en caso de necesitarlo, los tirantes se puedan graduar.
La vida útil de un sujetador deportivo no es eterna: si ves que los tirantes se dan de sí, que el tejido se empieza a desgastar y no sujeta bien o que comienza a rasgarse, cámbialo por otro. Recuerda que es una inversión a largo plazo para la salud de tu pecho.
Imágenes | iStock, Nike, Reebok
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