De todos los dolores de cabeza que se pueden sufrir, las migrañas están entre los peores. Si intensidad varía según el caso, pero muchas veces pueden ir acompañadas de mareos, náuseas y vómitos, y en la mayoría de los casos, resultan incapacitantes para el que las padece.
Se trata de una enfermedad muy común, que aparece y desaparece de forma esporádica y para la que no existe otra cura que tratar sus síntomas. Es más frecuente en mujeres que en hombres, y más en América y Europa que en África y Asia.
¿Qué es la migraña?
La migraña es un tipo de dolor de cabeza con unas características concretas. Por un lado, es un dolor que se siente con pulsaciones y que suele afectar a una parte o a la mitad de la cabeza, la derecha o la izquierda, rara vez a las dos a la vez.
Se trata de un dolor intenso e incapacitante que puede ir acompañado de fotofobia, náuseas, mareos y vómitos. Empeora con la actividad física, por eso lo de incapacitante: los afectados suelen necesitar reposo en una habitación oscura hasta que pasen los síntomas.
El 80% de las personas que padecen migraña tienen su primer episodio antes de los 30 años. Los episodios varían, lo más habitual es sufrir entre uno y cuatro al mes, y cada uno puede durar entre 4 y 72 horas si no se utiliza ningún tratamiento.
El dolor puede estar precedido por otras sensaciones, como trastornos en la visión o un hormigueo en el labio, la lengua o la mitad de la cara. Los afectados por migrañas saben reconocer esos síntomas y utilizan la antelación para tomar el tratamiento indicado y así atenuar el dolor y su duración.
¿Por qué padecemos migrañas?
No está del todo claro qué hace que algunas personas padezcan migrañas y otras no. Se trata de una enfermedad con un claro componente hereditario, pero no se ha identificado el gen responsable, probablemente porque se trate de un grupo amplio de genes.
Hay una excepción a esto: para un tipo concreto de migraña, migraña hemipléjica familiar, sí se conoce el gen único responsable portador de la enfermedad.
Aunque no se sabe del todo cómo se producen las migrañas, los científicos han contemplado tres posibilidades.
1. Teoría vascular
Esta ha sido la explicación más común hasta hace poco. Según esta teoría, las personas que padecen migrañas sufren una constricción de las arterias craneales, compensada posteriormente por una dilatación de las mismas. El primer fenómeno causa los síntomas previos, mientras que el segundo provoca el intenso dolor posterior.
2. Teoría neurogénica
Esta teoría supone que los pacientes con migraña tienen la corteza cerebral hiperexcitable, que sería la causante de que, ante determinados estímulos, se produjese una depresión cortical, que daría pie a los síntomas previos, y después una producción de sustancias químicas que estimularían el nervio trigémino, desencadenando el dolor.
3. La relación entre el intestino y el cerebro
Distintas investigaciones sugieren que hay una relación entre la salud intestinal y las migrañas. Patologías como la celiaquía, el síndrome del intestino irritable o la gastroparesis podrían causar mediante varios mecanismos una respuesta inflamatoria del sistema nervioso, lo que daría pie a un mayor riesgo de sufrir migrañas.
4. El estilo de vida
No está del todo claro por qué, pero varios estudios señalan que las personas que fuman, son sedentarias o padecen sobrepeso tienen más probabilidades de sufrir migrañas que las que no fuman, hacen ejercicio con regularidad y están en su peso.
¿Qué cosas pueden desencadenar un episodio de migraña?
De nuevo, es enormemente variable, cada caso es distinto. Algunas personas aseguran que hay muchas cosas diferentes que les hacen sufrir un ataque de migraña. Para otras es algo más específico, una o dos cosas. Para otras, no hay nada en concreto que les cause un episodio. Dentro de los desencadenantes, estos son algunos de los más comunes.
Algunos alimentos
El queso, el chocolate, el glutamato monosódico, el café, la fruta y las bebidas alcohólicas, especialmente el vino tinto, son algunos de los alimentos que más frecuentemente se asocian como desencadenantes de un brote, pero no hay una explicación de por qué. Algunas teorías señalan a la presencia de histamina, un compuesto que afecta al sistema nervioso, como la responsable.
Cambios en el patrón de sueño
Hasta el 35% de los afectados señalan que dormir menos horas de lo habitual o cambiar los horarios de sueño puede provocarles un brote. De hecho, las migrañas son más comunes los sábados y domingos porque es cuando se alteran los horarios habituales de sueño.
La menstruación
Algunas mujeres sufren migrañas menstruales, que aparecen desde los días previos hasta el segundo día de la regla. El motivo parece ser el descenso de los estrógenos que de forma natural se produce cada ciclo durante esos días.
Esta parece ser la causa de que las migrañas sean más comunes en mujeres que en hombres, ya que antes de la edad de la primera regla y tras la menopausia, las cifras son similares.
Factores psicológicos
Muchos afectados señalan que el estrés, la ansiedad, las preocupaciones o los impactos emocionales a menudo les causan brotes. A veces el dolor de cabeza se produce antes de una situación estresante, como un examen, y a veces ocurre después, una vez que el paciente ya se ha relajado.
Cambios atmosféricos
Para algunas personas, los fenómenos atmosféricos pueden desencadenar migrañas, sobre todo las bajadas de presión y el viento, cuando es muy fuerte.
Cómo lidiar con las migrañas
Para empezar, es recomendable evitar dentro de lo posible los cambios repentinos en el estilo de vida: mantener un patrón de sueño y de alimentación estable, hacer ejercicio, evitar el estrés y no consumir aquellos alimentos que asociamos con que se desencadene un brote.
Algunos medicamentos ayudan a sobrellevar las crisis:
Los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno)
No son específicos para la migraña, sino que se emplean para cualquier dolor en general, y por tanto pueden ayudar en estos casos.
Los triptanes
Estos si son medicamentos específicos para la migraña. Han demostrado ser muy efectivos, pero puesto que actúan reduciendo la distensión arterial, pueden tener importantes efectos secundarios en personas con otros problemas cardiovasculares como hipertensión o infarto. Por este motivo siempre deben tomarse por recomendación médica y bajo control.
La ergotamina
Era el tratamiento específico para la migraña más utilizado hasta la aparición de los triptanes, pero ahora ha quedado un poco relegada debido a los efectos secundarios que provoca: si se toma de forma prologada causa otros dolores de cabeza, como cefalea de rebote.
Medicamentos preventivos
Algunos tratamientos están pensados para tomar de forma continua y así reducir el número y la intensidad de los brotes. Deben tomarse siempre bajo prescripción médica.
Los hay de muchos tipos. Algunos de los más comunes son los betabloqueantes, que actúan sobre el ritmo cardiaco; antidepresivos, y los anticonvulsivantes, que tratan distintos tipos de convulsiones y problemas nerviosos.
El ejercicio puede ayudar con la migraña
A veces, el ejercicio físico es uno de los desencadenantes de las migrañas. Esto ocurre cuando no se hace un calentamiento adecuado y progresivo, cuando se comienza un programa de entrenamiento nuevo de forma brusca o cuando no se mantiene una dieta adecuada para la intensidad del ejercicio que se realiza.
De hecho, hacer ejercicio de forma regular es una de las recomendaciones habituales para el tratamiento de esta enfermedad. Algunos estudios sugieren que hacer ejercicio unos 40 minutos tres veces por semana es una forma tan eficaz de reducir los ataques como los es el tratamiento farmacológico o los ejercicios de relajación.
Aunque hacen falta más estudios que afiancen el vínculo, llevar a cabo alguna actividad física de forma regular y con intensidad media parece ser un método eficaz para reducir la intensidad y frecuencia de los brotes.
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