La primavera es la época en la que muchas personas que no han practicado deporte en todo el año y que no han llevado una dieta saludable y equilibrada deciden ponerse "a plan" porque, viendo el verano tan cerca, tienen prisa por mejorar su figura. Las dietas extremas en las que se anuncia una masiva pérdida de peso en poco tiempo están a la orden del día y prácticamente al alcance de cualquiera.
El problema de estas dietas es que tienen un "efecto rebote" prácticamente garantizado: una vez volvemos a nuestra rutina normal (porque son dietas temporales que no somos capaces de seguir mucho tiempo) tendemos a ganar peso, en muchas ocasiones incluso más kilos de los que habíamos perdido. ¿A qué se debe esto? No solo nuestro metabolismo se ha ralentizado, sino que además producimos menos leptina (la hormona que regula nuestro apetito) y nuestro cerebro juega en nuestra contra.
The biggest loser: las consecuencias de la pérdida de peso rápida
A estas alturas seguro que muchos de vosotros conocéis el reality norteamericano The biggest loser: un programa en el que personas con sobrepeso u obesidad son recluidas en un centro donde llevan una dieta tremendamente restrictiva y se ejercitan hasta siete horas al día para ser la persona que más peso ha perdido al finalizar el programa. Todo esto, por supuesto, seguidos por las cámaras de televisión.
El hecho de que lo que más se valore en este programa sea ver bajar los números de la báscula independientemente del estado de salud de la persona o de otras medidas a tener en cuenta como el porcentaje de masa muscular o de masa grasa ya debería ponernos sobre aviso acerca de lo peligroso del método.
Danny Cahill, quien concursó en The biggest loser en 2009 y fue ganador de su edición, ha sido la persona que más peso ha perdido en la historia del programa: perdió 108 kilos en siete meses (una media de unos 15 kilos al mes). ¿Cómo lo hizo y cómo se encuentra ahora, siete años después?
Metabolismo más lento
El método elegido para perder peso masivamente en poco tiempo os lo podéis imaginar todos: crear un déficit calórico bestial (de hasta 3500 calorías diarias) a base de una dieta muy hipocalórica y de matarse a hacer ejercicio. No hay misterio en este sentido: si gastas más (muchas más) calorías de las que ingieres, los números de la báscula bajan. Ahora sí, ¿a costa de qué?
Siete años después, se ha realizado un estudio sobre los concursantes de la temporada 8 del programa, la misma en la que participó Cahill, y todos han vuelto a ganar bastante peso (47 kilos más que al final de su edición en el caso de Cahill, casi la mitad de lo que perdió).
Una de las primeras conclusiones a las que se ha llegado con el estudio es que el metabolismo basal de estas personas que perdieron una cantidad ingente de peso en muy poco tiempo ha disminuido de forma brutal. Esto suele ocurrir a menudo: pierdes peso rápido y tu metabolismo se hace más lento. El problema es que, según iban recuperando los kilos que habían perdido, el metabolismo no se recuperaba.
¿El resultado? Es necesaria una dieta aún más restrictiva simplemente para mantenernos en nuestro peso. En el caso concreto de Cahill, necesita comer 800 calorías menos al día que una persona de su talla y peso solo para no engordar.
La producción de leptina reducida a la mitad
Una de las hormonas más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de perder peso es la leptina: también conocida como proteína OB, la leptina es una de las responsables a la hora de inducirnos la sensación de saciedad, regula nuestro apetito e incrementa el gasto calórico y metabólico.
¿Qué ocurrió con la producción de leptina de Cahill después de su tremenda pérdida de peso? Evidentemente también se redujo, es un efecto normal. Al comenzar a ganar los kilos perdidos, la producción de leptina también comenzó a subir, pero solamente llegó a la mitad. Esto significa que no hay una regulación efectiva del apetito en Cahill: pasar todo el día hambriento no ayuda en su pérdida de peso actual.
¿Cómo perder peso de forma segura y sin efecto rebote?
En el fitness y en la nutrición, la paciencia es una virtud. Es cierto que vivimos en una época en la que queremos todo "aquí y ahora": queremos bajar de peso y queremos hacerlo ya, empezar un lunes por la tarde y ver los resultados el martes por la mañana. Y esto no funciona así.
En lugar de realizar dietas súper restrictivas que arruinen nuestro metabolismo y, muy probablemente, se lleven por delante nuestra salud, lo más importante a la hora de bajar de peso es un cambio de hábitos tanto en nuestra alimentación como en nuestra actividad física.
Ponernos en manos de profesionales de la nutrición y del ejercicio es algo que no podemos pasar por alto. Ellos nos ayudarán a ponernos metas realistas que vayan en consonancia no solo con un descenso de los números de la báscula, sino con una mejora de nuestra salud tanto física como mental.
El cambio de hábitos mantenidos en el tiempo (no solo tres meses al año con vistas al verano) es la única forma que tenemos de perder peso y no volver a ganarlo y de convertir nuestro estilo de vida en uno más saludable.
Fuente | After ‘The Biggest Loser,’ their bodies fought to regain weight, The New York Times
Imágenes | NBC, The biggest loser, Danny Cahill Facebook
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