Los autores del estudio al que hacemos referencia en este artículo entrevistaron durante varios años a distintos sujetos, encontrando que los que reportaban comer comida picante conformaron el grupo con menor mortalidad durante el tiempo del estudio.
El estudio original se pude consultar online en la revista BMJ. Fue publicado en este mes de agosto de 2015 y está disponible el texto completo en inglés.
La muestra total fue de 512891 adultos con edades comprendidas entre los 30 y los 79 años. Es una muestra bastante respetable, digna de ser tenida en cuenta. Los análisis finales tuvieron en cuenta a 199293 hombres y 288082 mujeres, después de las exclusiones que se realizaron en personas con patologías potencialmente mortales (cáncer, enfermedad cardíaca...).
Estos sujetos fueron reclutados para el estudio entre los años 2004 y 2008, y se les hizo seguimiento durante varios años (como máximo hasta 2013) teniendo en cuenta los informes que dieron sobre la ingesta de comida picante.
El estudio fue realizado en china, y los investigadores encontraron que la mortalidad durante el tiempo del seguimiento de los sujetos del estudio fue mayor en las personas que comían poco picante, por lo que parece ser que hay una relación importante entre la comida picante y la salud, pues comer este tipo de comida puede estar relacionado con una menor mortalidad.
Como siempre en estos casos, tenemos que señalar algo que los propios autores del estudio ya hacen, y es que el estudio establece una relación de correlación, pero no de causalidad, entre la ingesta de comida picante y la reducción de la mortalidad.
Lo que si explican los autores es que hay bastantes indicios de un efecto favorable de las especias y el picante sobre el organismo, lo cual supone una forma sabrosa de cuidar la salud.
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