La celulitis es un problema que afecta a muchas personas. Desde siempre se ha relacionado con las mujeres, pero también hay muchos hombres que la padecen. Nosotros en esta ocasión queremos detenernos en qué es, cómo aparece, y en algunos trucos para poder acabar con ella o disminuir sus efectos en el cuerpo.
La celulitis o piel de naranja, sobre todo es un problema estético que tiene solución, ya que se caracteriza por una acumulación de grasa en zonas de las piernas, el trasero y la barriga. Es cierto que existen otra serie de factores secundarios en muchos casos que pueden ser los causantes. Nosotros vamos a hacer un repaso por todos los que pueden generar este trastorno que afecta a mucha gente.
Conozcamos de cerca qué es
Antes de nada es importante que tengamos en cuenta que la celulitis se caracteriza por su apariencia de piel abultada con una textura grumosa. Es como si la piel se llenase de bultitos y una apariencia rugosa. Estéticamente no es nada atractivo y si sabemos cómo puede minimizarse y solucionarse . Para ello es necesario saber qué es y qué la provoca.
La celulitis es sobre todo una acumulación superficial de grasa en las capas más externas de la piel. Concretamente esta acumulación de grasa se produce en el tejido conjuntivo que hay debajo de la piel. Principalmente se trata de eso, una acumulación de grasa que se puede evitar o cambiar si sabemos cómo hacerlo, ya que está fomentada por varios factores que no podemos perder de vista.
La genética tiene mucho que ver en la aparición de la celulitis, pero el estilo de vida marca la aparición de ésta de forma muy importante. Teniendo en cuenta estos factores existen otros muchos como la edad, el sexo, la cantidad de grasa que se tenga en el cuerpo... El grosor de la piel también tiene mucho que ver.
Las cuatro fases de la celulitis
Concretamente la celulitis se puede dividir en cuatro fases. La primera de ellas afecta a la dermis y al tejido celular subcutáneo. Hay que tener en cuenta que debajo de la piel está la grasa separada por tabiques o divisiones de tejido conjuntivo. Si existe un mal drenaje de la sustancias de desecho de las células, se provoca un edema. La segunda fase consiste en que estos edemas se hacen mayores y da lugar a la conocida piel de naranja. Esta se caracteriza por la aparición de hoyuelos propios de la celulitis.
La tercera fase consiste en que debido al crecimiento de los adipocitos o edemas los tabiques que los separan se fibrosan y se hacen más cortos. En este momento es cuando aparecen problemas circulatorios e incluso varicosidades. La siguiente y cuarta fase es cuando este trastorno se convierte en un problema, es decir, se convierte en algo crónico que puede derivar en molestias como calambres, hormiguillo en las piernas, pies fríos...
Por este motivo es muy importante detectar la aparición de celulitis cuanto antes para ponerle remedio. Es cierto que los remedios milagrosos no existen para este trastorno, y al ser algo tan común no se le presta la atención que requiere. Por ello nosotros queremos dar algunos consejos para acabar con ella cuanto antes y tenerla bien controlada.
Existen diferentes tipos de celulitis
A pesar de todo debemos diferenciar los distintos tipos de celulitis.
En primer lugar destacamos la dura, que suele aparecer en personas fibrosas y la piel firme. Esta celulitis es dolorosa y produce episodios de calor y frío en la zona afectada.
En segundo lugar tenemos la celulitis flácida o blanda. Este tipo es el más habitual. Se caracteriza por su aspecto gelatinoso. No suele presentar dolor y suele aparecer en personas sedentarias o con variaciones bruscas de peso.
En tercer lugar tenemos la celulitis edematosa. Este tipo puede aparecer a cualquier edad y aparece en piernas gruesas y con problemas circulatorios principalmente.
Motivos por los que aparece la celulitis
Como causas que la producen son varias. Anteriormente las hemos adelantado, pero las queremos ampliar. En primer lugar destacar la carga genética y la raza. La celulitis aparece más en personas de raza blanca y en personas de raza negra que en asiáticos. Las causas hormonales (estrógenos) y la circulación también determinan la aparición de este problema. Momentos como la pubertad, el embarazo o la menopausia, la celulitis suele hacer acto de presencia. lo mismo sucede si tenemos problemas vasculares o enfermedades cardiacas, ya que la circulación no será del todo buena.
Los hábitos cotidianos también determinan la aparición o no de celulitis. Sobre todo hay que tener en cuenta el sedentarismo, el estrés, utilizar ropa muy estrecha, tacones de manera habitual... Por ello es fundamental adaptar nuestros hábitos para adquirir una forma de vida saludable que nos ayude a minimizar la aparición de la celulitis y su disminución.
Remedios o consejos para mejorarla
Desde luego que la celulitis no es una enfermedad ni nada parecido. Es más, se trata de un trastorno que se puede solucionar. Sobre todo la mejor manera de hacerlo es modificando nuestros hábitos de vida. Sobre todo es necesario que fomentemos y potenciemos una buena circulación sanguínea, pues esto nos ayudará a eliminar y drenar todas las sustancias de desecho que se acumulan en esa parte del cuerpo.
Seguir una dieta equilibrada y saludable es esencial. Sobre todo es necesario que la encaminemos a mejorar la circulación. Para ello los alimentos deben ser bajos en grasas y ricos frutas y verduras que nos ayuden a eliminar las toxinas del organismo. Mantener una buena hidratación, eliminar la sal de la alimentación son algunas de las recomendaciones. Los alimentos ricos en potasio nos ayudarán, como por ejemplo los plátanos, las espinacas, los frutos secos crudos...
Los alimentos depurativos como la piña, las alcachofas, los espárragos o el apio nos ayudarán a mantener a raya la retención de líquidos y la acumulación de toxinas en estas partes del cuerpo. Los vegetales y las frutas, antes mencionados, nos ayudarán a consumir la fibra necesaria para mantenernos depurados. Junto a esto hay que destacar la ingesta de vitamina C, que podemos conseguir con los cítricos, el pimiento rojo... que nos ayudará a fortalecer los capilares y hacerlos más resistentes a la aparición de celulitis.
Es cierto que la alimentación es esencial, pero también hábitos como el deporte deben estar presentes en nuestra rutina diaria. El ejercicio activa la circulación, por lo que debemos evitar quedarnos quietos. Caminar, correr, subir escaleras y acudir a entrenar a diario es necesario para acabar poco a poco con al celulitis y evitar que ésta siga creciendo o aparezca en el caso de no tenerla.
Lo mismo sucede con realizar posturas que ralentizan el retorno de la sangre, como por ejemplo cruzarnos de piernas de manera habitual o utilizar ropa demasiado ajustada que no favorece en absoluto la circulación sanguínea. La exposición constante al calor también es contraproducente, por lo que una buena alternativa es darnos duchas de agua fría en las piernas para potenciar la circulación sanguínea en la parte afectada.
Una buena práctica a tener en cuenta en cuanto a hábitos saludables es antes de ducharnos, darnos un pequeño masaje en la zona afectada para potenciar la circulación. Lo haremos con una esponja exfoliante y acto seguido aplicaremos agua fría para aumentar los efectos del masaje que nos hemos dado anteriormente. Aplicarnos cremas anticelulíticas en la zona nos puede ayudar a mejorar el tono de la piel y activar la circulación, pero no es nada milagroso si no cuidamos el resto de acciones que hemos indicado anteriormente.
Cremas anticelulíticas, un acercamiento
La manera de aplicarnos las cremas anticelulíticas es singular y debemos tenerla en cuenta. lo que haremos será, con la piel siempre limpia, aplicar la crema y extenderla con masajes que nos daremos con los nudillos en movimientos circulares hacia arriba. La dirección será hacia el corazón, para así potenciar la circulación y el retorno sanguíneo. Esto lo haremos hasta que toda la crema se absorba totalmente por el cuerpo.
Es cierto que en lo que a celulitis se refiere no existen los milagros. El secreto de un buen resultado es la perseverancia y tener muy en cuenta los hábitos sanos que vamos a adoptar. a pesar de todo, hay factores contra los que nos podemos luchar como la predisposición genética. Aunque si nos lo proponemos el problema se puede reducir enormemente si somos constantes y ponemos remedio cuanto antes.
Es muy importante tener en cuenta que algunas conductas como fumar o beber alcohol ayudan a fomentar la aparición de la celulitis, y por ello es necesario que eliminemos de nuestra dieta estas sustancias. Un exceso de las mismas, además de aportarnos toxinas, lo que hace es empeorar la circulación sanguínea, que a la larga acabará generando celulitis, además de otra serie de trastornos que debemos tener en cuenta.
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