Del mismo modo en qué hace poco desde Vitónica hablábamos de las adaptaciones al entrenamiento aeróbico según el Colegio Americano de Medicina Deportiva, ahora es el turno de hablar de las adaptaciones al entrenamiento con cargas según este mismo organismo.
El entrenamiento con cargas es denominado en inglés “resistance training“ que simplemente quiere decir contra una resistencia a vencer. Normalmente lo solemos trabajar en el gimnasio con pesas pero también existen otra serie de formas de trabajar contra una resistencia. Las adaptaciones a nivel fisiológico y anatómico más importantes son:
Adaptaciones al entrenamiento con cargas según el ACSM
Mayor reclutamiento de unidades motoras, lo que supone una amyor habilidad para contraer de forma simultanea un mayor porcentaje de unidades motoras resultando en un aumento de la fuerza.
Aumento del crecimiento de miofilamentos, que supone una hipertrofia de la célula múscular y por tanto en una hipertrofia muscular con el consecuente incremento de la fuerza.
Posible conversión a largo plazo de fibras tipo I a fibras tipo II.
Posible proliferación de las células musculares, lo que comúnmente se denomina hiperplasia, con una consecuente hipertrofia muscular. No obstante, recalcan la palabra “posible” porque no es algo que pueda demostrarse empíricamente en la mayoría de los seres humanos. Ocurre de forma aislada.
Aumento de la capacidad de almacenamiento de ATP, fosfocratina y glucógeno.
Incremento del tamaño del ventrículo izquierdo, principalmente en cuanto al grosor de la pared más que al diámetro de la cámara. Esto es lo que se conoce como hipertrofia concéntrica.
Ahora ya sabemos un poco más sobre que es lo que ocurre a nivel anatómico y fisiológico al someter al organismo a un estímulo especifico de entrenamiento como es el trabajo con cargas externas.
Imagen I Usodesita
Bibliografía I Swain, D. P., & Leutholtz, B. C. (2007). Exercise prescription: a case study approach to the ACSM guidelines. Champaign, IL: Human Kinetics.