Dentro del estudio de la obesidad y el aumento de peso, las hormonas juegan un papel fundamental que muchas veces queda eclipsado por otros parámetros relacionados con la nutrición.
Y es que, en la mayoría de ocasiones únicamente nos fijamos en aspectos como las calorías o los macronutrientes cuando queremos bajar de peso. Sin embargo, en nuestro organismo a nivel celular están produciéndose continuamente un gran número de interacciones que están mediadas por multitud de hormonas.
Por ello, en el post de hoy te hablamos de la leptina y la grelina, dos hormonas relacionadas con el aumento de peso que influyen notablemente en nuestros hábitos alimentarios y que puedes controlar de forma sencilla a través de la alimentación y ciertas rutinas saludables que te mostramos a continuación.
Cómo actúan la leptina y la grelina
Tanto la leptina como la grelina son dos hormonas implicadas en la regulación de nuestro apetito y saciedad. Por ello, conocer cuáles son los factores que pueden modificar su actividad se convierte en una prioridad si estamos buscando un mayor control sobre nuestro peso.
La grelina es una hormona que guarda cierta relación con el metabolismo de los lípidos. De hecho, cuando su actividad aumenta se produce también un aumento del apetito, además de otros efectos metabólicos. Esta hormona se encarga de regular ciertas funciones energéticas, y participa en procesos relativos al ahorro energético y la reducción del metabolismo basal, o incluso el almacenamiento de las grasas.
De hecho, como ya te contamos en Vitónica, la hormona grelina podría estar estrechamente relacionada con ciertos estímulos organolépticos que producen algunos alimentos en nuestro apetito. En concreto, con ciertos olores potentes que desatan el apetito en algunas personas sensibles.
Por otro lado, la leptina parece cumplir con una función totalmente opuesta, ya que su actividad se relaciona con la saciedad, es decir, con la desaparición del apetito. También está implicada activamente en la pérdida de grasa a nivel metabólico, ya que cuando disminuye su presencia, también lo hace nuestra capacidad para quemar reservas de grasa.
De esta forma, podemos concluir que el binomio grelina-leptina juega un papel crucial en el desarrollo del apetito y de la sensación de saciedad que genera el consumo de alimentos, por lo que conocer cómo regular estas hormonas podría ser muy útil durante el desarrollo de una estrategia nutricional centrada en la pérdida de peso. A continuación te hablamos de algunos factores relacionados que podrían resultar claves a la hora de controlar la actividad de estas dos hormonas.
Huye de las famosas dietas milagro
Como ya te contamos anteriormente, las dietas milagro pueden tener graves perjuicios a largo plazo sobre nuestra salud. Además, a corto plazo también provocan ciertos cambios a nivel hormonal. De hecho, cuando se produce en nuestro organismo una restricción calórica severa, el organismo tiende a entrar en un desequilibrio hormonal.
Esto provoca que la actividad de la hormona grelina se dispare, produciéndose además un aumento considerable del apetito y un descenso del metabolismo con la finalidad de ahorrar energías ante la mínima ingesta de calorías que representa este tipo de dietas.
El sueño es clave para regular el apetito
Como ya sabrás, un adecuado descanso es clave para poder recuperarnos con fuerzas tras un duro día. Sin embargo, el sueño no solo afecta nuestro nivel de descanso o cansancio, sino que también guarda una relación muy estrecha con la gestión del hambre y el apetito.
Algunos estudios científicos han observado que un inadecuado descanso podría estimular la presencia de la hormona grelina y disminuir los niveles de leptina, resultando en una mayor aparición de hambre e ingesta calórica a la mañana siguiente.
La recomendación más sensata si pensamos en perder peso de una forma saludable y prolongada en el tiempo será buscar un adecuado descanso y priorizarlo dentro de nuestras rutinas diarias, ya que habitualmente tendemos a descuidar este aspecto.
Reduce el consumo de bebidas alcohólicas
Si eres consumidor de bebidas alcohólicas seguramente hayas notado que estas son capaces de aumentar el apetito. Y así sucede, ya que varias investigaciones han reportado un aumento de la hormona grelina tras la ingesta de bebidas con contenido alcohólico.
Bebidas cotidianas como la cerveza o el vino no quedan exentas de este efecto. De hecho, debemos recordar que el alcohol es un compuesto perjudicial para la salud, incluso en moderación, por lo que su consumo debe reducirse al mínimo si además estamos buscando bajar de peso.
El alcohol no solo nos aporta calorías vacías, sino que también contribuye a la alteración hormonal de la grelina, resultando en un doble efecto negativo respecto a la ingesta calórica y el apetito.
No olvides realizar actividad física con frecuencia
Diversos estudios científicos han mostrado que el ejercicio físico practicado con regularidad puede ayudar a disminuir los niveles de grelina secretados por el organismo humano.
Por ello, es bastante habitual que tras practicar deporte no tengamos mucha hambre, de hecho esta suele aparecer algún tiempo después y no habitualmente de forma inmediata.
Además de reducir los niveles de grelina, el deporte también puede fomentar la producción de leptina, resultando en una reducción del apetito que una vez más podemos lograr gracias al control del binomio hormonal grelina-leptina.
En Vitónica | El mecanismo detrás de los antojos: los científicos ponen el foco en la grelina
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