El fruto seco que ayuda a regular la presión arterial y que ya está disponible en Mercadona (y en cada esquina)

El otoño es olor a castañas asadas de los puestos callejeros. Estamos en plena temporada de este alimento que cuenta con numerosos beneficios para la salud. Se pueden llevar crudas para tomar en un descanso del trabajo, las podemos consumir asadas o también preparar numerosas recetas. En esta época prenavideña, las cascadas son el "mejor bombón" que podemos tener en nuestra despensa, y aquí te explicamos el por qué.

Castaña: un fruto seco poco calórico y muy denso

Aunque hay varias especies de castaños que nos brindan este alimento, la castaña europea es la más común en España y Europa. Las castañas pertenecen a la familia de frutos secos, pero tienen un contenido inferior de grasa, por lo que cuentan con menos calorías.

Son una fuente excelente de aminoácidos, ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, fenoles y vitamina C. Además, aporta también una larga lista de vitaminas y minerales. Todos estos elementos hacen que en estos meses de otoño no puedan faltar las castañas en nuestras mesas.

Las castañas son el bombón de la naturaleza

Mariah Carey ya está sonando, y eso significa que estamos a las puertas de la Navidad, aunque falten muchos días para llegar. En estos meses los bombones también están "de temporada". ¿Qué es más denso, un castaña o un bombón? Fácil, ¿no?

La densidad es la cantidad de vitaminas, minerales y compuestos saludables que un alimento tiene por cada calorías o por cada 100 calorías. Esta característica es la principal que debemos seguir a la hora de echar un alimento a la cesta de la compra o no. Por eso, si dudamos entre un bombón y una castaña, la densidad será la que nos diga cuál elegir.

Algunas consideraciones a la hora de consumir castañas

Salvo alguna alergia específica o si cursas una enfermedad hepática o problemas renales, puede ser consumida por todo el mundo. Al contener ácido tánico pueden causar problemas estomacales, nauseas o daño hepático en este grupo de personas.

Desde octubre a diciembre podemos encontrarlas en abundancia ya que es la temporada de recolecta de este fruto seco. Como cualquier alimento, debemos aprovechar cuando se encuentran en temporada por su frescura, valor nutricional y precio más asequible.

El sabor amargo de las castañas proviene de taninos amargos, pero al asarlas se modifica a un sabor más dulce. Existen muchas formas diferentes de añadir este alimento a nuestros platos, más allá de comerlo directamente. Desde añadir castañas asadas a nuestra ensalada hasta utilizarlas en un bizcocho.

Beneficios de las castañas para la salud

Fuente de antioxidantes, fuente de salud

Algunos componentes de las castañas como los antioxidantes, el magnesio o el potasio previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares. Los antioxidantes como la luteína y la zeaxantina también nos ayudan en la salud ocular.

Estos antioxidantes son compuestos que ayudan a nuestras células contra la agresión de radicales libres. Unos niveles adecuados de antioxidantes hacen que no haya niveles altos de radicales libres que causan estrés oxidativo. Dicho estrés se asocia con enfermedades crónicas como las cardiovasculares ya mencionadas y con otras metabólicas como diabetes o cáncer.

Saciedad y buena digestión

La fibra es fundamental a la hora de diseñar una dieta saludable. Al igual que muchos frutos secos, la castaña es una buena fuente de fibra que será la mejor aliada de nuestra microbiota. En el intestino viven miles de bacterias saludables, que favorecen su crecimiento con este tipo de alimentos ricos en fibra.

Al ser un alimento saciante y con una menor cantidad de calorías que otros frutos secos, puede ser una excelente opción si estamos buscando perder peso. Su cantidad de fibra incrementa la producción de hormonas como la grelina que nos ayudan a controlar el apetito, y por ende, las calorías que ingerimos.

Regulación de azúcar en sangre y presión arterial

Al contrario que otros alimentos que solemos utilizar "para picar", las castañas no provocan picos elevados de azúcar en sangre. Este dato es especialmente importante para las personas con resistencia a la insulina o para las personas diabéticas. De hecho, las castañas pueden mejorar la sensibilidad a la insulina gracias a algunos de sus antioxidantes.

La presión arterial también ayuda a ser regulada por el potasio de las castañas, ya que son una fuente importante de este mineral. El consumo adecuado de potasio disminuye el riesgo de infartos y otras enfermedades del corazón.

Antiinflamatorias y antitumorales

La inflamación crónica es la causa fundamental de la aparición de enfermedades de todo tipo. Hemos visto que los antioxidantes servían de escudo contra los radicales libres, lo que sirve también para prevenir y reducir la inflamación sistémica.

Los diferentes tipos de cánceres son uno de los ejemplos más graves en los que puede desembocar esa inflamación crónica. Las castañas, gracias sus compuestos, son útiles como antiinflamatorias, además de tener un potencial que ayuda frente al crecimiento tumoral.

¿Una castaña, bombón?

La conclusión sobre el consumo de castañas es clara: un alimento de temporada, fresco y con su precio más bajo; un alimento con una gran cantidad de beneficios para nuestra salud; un alimento sabroso y que además se puede consumir crudo o de forma muy sencilla.

Espero que este artículo no te haya resultado "una castaña" y que, como dice el refrán, noviembre y diciembre vengan con manta, castaña y peli y con amigos y familia que nos saquen las castañas del fuego.

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