Muchas veces he oído la pregunta de "¿a qué me apunto? ¿a Pilates o a Yoga?", y siempre pienso lo mismo: ¿por qué elegir? Ambas disciplinas nos aportan beneficios que se ven multiplicados si las combinamos entre sí: no son tan distintas como nos puede parecer a primera vista, ni los yoguis y pilateros se encuentran en una especie de guerra abierta.
La cuestión es por qué elegir practicar solamente un deporte o una actividad y dejar de lado todas las demás: ¿conoces los beneficios que puede ofrecerte el Pilates si eres corredor? ¿o en el caso de que hagas entrenamientos de fuerza en el gimnasio? No tenemos por qué limitarnos a la hora de hacer deporte o realizar actividad física: distintas disciplinas combinadas pueden dar muy buenos resultados. Este el es caso del Pilates y el Yoga.
¿Qué les acerca? ¿Qué les diferencia?
Tanto Pilates como Yoga son disciplinas que nos ayudan a conocer más y mejor nuestro cuerpo además de mejorar nuestra fuerza relativa (generalmente se trabaja con el propio peso corporal, aunque Pilates puede incorporar ejercicios con resistencia externa) y mejorar nuestra flexibilidad y movilidad de las articulaciones.
Quizás Pilates está más orientado al trabajo muscular: el fortalecimiento de la musculatura del core o centro (músculos abdominales internos y externos, glúteos, musculatura de la espalda incluyendo la zona lumbar, multífidos, musculatura del suelo pélvico) es la base de trabajo del método Pilates. También una correcta alineación previa a los ejercicios y durante se llevan a cabo, para lo cual necesitamos conocer cómo funciona nuestro cuerpo en cada movimiento que realiza. En resumen: Pilates es movimiento inteligente y eficiente, cómo moverte más y mejor gastando menos energía para ello y evitando posibles patologías y lesiones.
El Yoga, por su parte, tiene un componente mental ineludible, a pesar de que algunas corrientes como la de Tara Stiles aboguen por un trabajo más físico que mental. En palabras de Susana Pascual, profesora de Hatha Yoga "hasta el Yoga con un trabajo más físico no deja de ser una meditación activa, una manera de autocontrol a través del trabajo físico". Durante la práctica del Yoga trabajamos la movilización de las articulaciones y el rango de movimiento de las mismas, y al mismo tiempo mejoramos nuestra flexibilidad pasando de ejercicios para principiantes, aptos para todos los niveles, a otros más exigentes, siempre de una manera progresiva.
¿Por qué elegir una cuando puedes quedarte con las dos?
Combinar distintos tipos de entrenamiento es lo que puede hacerte más fácil el camino hacia tus objetivos, ya sean de salud o estéticos. Combinando las sesiones de Yoga y Pilates no solo conseguiremos mejorar nuestra postura corporal, trabajar nuestra musculatura y tener un mayor control de nuestro cuerpo, sino que además podremos mejorar en los otros deportes o actividades que realicemos.
¿Por qué dejar de lado una actividad para realizar otra si podemos disfrutar de los beneficios de ambas?
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