Al fin llega el frío y la caída de las primeras nieves abre la temporada de los deportes de invierno.
Existen muchos deportes que se pueden practicar en la nieve, algunos requieren un cierto nivel de forma física así como conocimientos técnicos y otros puede practicarlos cualquier persona con un mínimo de preparación.
El motivo de esta entrada es el senderismo con raquetas de nieve, unos artilugios que al parecer ya empleaban nuestros antepasados hace miles años y que nos permitirán disfrutar de la naturaleza nevada sin excesiva dificultad.
Las raquetas de nieve se acoplan a las botas de montaña y nos permitirán desplazarnos por la nieve con comodidad. Al tener una superficie mayor que la de nuestros pies se distribuye nuestro peso de forma que impide que nos hundamos completamente en la nieve. Los modelos actuales suelen de plástico o un metal ligero y generalmente se enganchan a la bota en su parte delantera para permitir una mejor movilidad articular.
El terreno idóneo para el desplazamiento con raquetas son los llanos o con ligeras pendientes, otra cosa a tener en cuenta es que el suelo no sea excesivamente duro ya que nuestras raquetas podrían resbalar. En terrenos duros (helados) es recomendable cambiar las raquetas por crampones.
Al tratarse de andar, el uso de las raquetas no requiere una preparación específica ni peligro alguno. Eso si, como en cualquier actividad de montaña es más que recomendable respetar unas mínimas medidas de seguridad que deberían ser al menos: salir acompañados, avisar de nuestro recorrido, llevar un teléfono móvil y ropa de abrigo por si hubiese un cambio brusco en el tiempo.
Por cierto, a los aficionados a correr comentaros que también existe un calendario de carreras con raquetas de nieve.