Cada vez son más las personas que se interesan por empezar a adoptar una alimentación libre de carne, y aunque prescindir de la carne no tiene por qué ser más saludable que optar por una dieta omnívora, sí que puede haber muchos motivos éticos y medioambientales que la fundamenten.
Si también es tu caso, te vamos a proponer siete consejos para ayudarte, por un lado, a que vayas reduciendo progresivamente tu consumo de carne, y por otro, a que lo hagas de la forma más saludable posible.
Aumenta el contenido vegetal de tus platos
Aunque suene obvio, muchas veces es más sencillo prescindir de ciertos tipos de alimentos cuando ya nos encontramos con el estómago lleno, y si primero incluyes una gran cantidad de alimentos de origen vegetal ya tendrás recorrida una gran parte del camino.
A ser posible, prioriza aquellos alimentos con un alto contenido de fibra (como por ejemplo verduras o legumbres) porque así conseguirás saciarte antes y la tentación será menor.
No quieras pasar de cero a cien
Es un gran error intentar cambiar un hábito de la noche a la mañana, especialmente si este se ha estado cometiendo durante mucho tiempo.
Si al principio todavía sigues comiendo algo de carne porque de hecho esto facilita tu adherencia, hazlo sin remordimientos porque al fin y al cabo cada persona tiene su propio proceso.
No descuides la ingesta de proteínas
Actualmente la carne es uno de los alimentos que más proteínas aporta a la mayoría de las dietas, así que si prescindes de ella es conveniente que no descuides tu ingesta de este macronutriente ya que de hecho es el más importante.
En este sentido, el pescado y el marisco son buenas opciones en caso de que quieras seguir comiéndolos, al igual que ocurre con los lácteos y los huevos.
Si todo esto no fuese factible, es recomendable que optes por la complementación proteica combinando grupos de alimentos como los cereales y las legumbres.
Recurre a las carnes vegetales
A colación de lo anterior, también puedes optar por carnes vegetales como el tempeh, el tofu o el seitán. Estos alimentos poseen un contenido calórico relativamente bajo y sin embargo aportan una cantidad muy significativa de proteínas.
También se están popularizando mucho los alimentos que pretenden imitar a las carnes animales, como por ejemplo las hamburguesas de soja o de guisante, y desde luego no tienen por qué ser una mala opción.
Los productos vegetales no tienen por qué ser mejores
Recuerda que un ultraprocesado insano lo es independientemente de si su origen es animal o vegetal, ya que en este caso su origen no es el que determina si el alimento es saludable o no, sino que es la presencia de ingredientes perjudiciales y la ausencia de nutrientes beneficiosos.
Trata de elegir alimentos frescos y sin procesar, con ausencia de azúcares añadidos, grasas hidrogenadas, harinas refinadas...
Contempla la posibilidad de suplementarte
Antes hablábamos de que la proteína puede ser un nutriente a vigilar en una dieta vegetariana o vegana, y por ello quizá sea interesante que valores la suplementación con proteína de soja, arroz, guisante o cáñamo.
En cualquier caso, un micronutriente que sí que puede ser crítico es la vitamina B12, ya que esta interviene en la replicación del ADN y vas a necesitar suplementarte con ella en caso de que abandones el consumo de carne y pescado.
Organízate
El séptimo consejo es simple; organízate bien porque si no lo haces es bastante probable que termines fallando en tu propósito.
Aunque te dé pereza, puede ser mejor que dejes preparadas muchas de tus comidas el domingo por la tarde de manera que no haya nada que te pille por sorpresa.
Ten a mano suficientes alimentos en tu despensa y en tu nevera que te ayuden a seguir una alimentación basada en vegetales e infórmate de los restaurantes que ofrecen platos exclusivamente de origen vegetal.
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