Nunca antes las mujeres y las niñas de este país tuvimos tantos referentes para animarnos a practicar deporte. Cada una a su nivel. Aunque todavía queda mucho recorrido: desde lo más complejo, como el dilema de dónde federarse para competir; a lo más sencillo, dónde y qué material deportivo (como las bicicletas para mujeres) tenemos que adquirir para iniciarnos en un deporte.
Hay prácticas deportivas donde se ha situado históricamente a la mujer (Aerobic, Step y cada vez más el Running) y en las que es fácil encontrar información sobre qué necesitamos y qué consejos seguir. Pero en otras, nos tenemos que enfrentar a la decisión de qué comprar sin saber previamente que por la morfología femenina tenemos unas necesidades específicas.
Este es el caso de la bicicleta (ya sea una mtb o una de carretera), que por cierto no es un producto barato o de rápida reposición. A la hora de elegir una, las mujeres nos enfrentamos a una serie de desafíos especiales en comparación con los hombres.
La mayoría de las bicicletas siguen estando creadas para el hombre, mientras nosotras luchamos por encontrar una que se adapte a nuestros cuerpos: piernas más largas y torsos más cortos, una mayor separación de isquiones y menor de hombros, una menor longitud de brazos y tamaño de las manos, por citar algunas diferencias.
Es importante que comparemos bicicletas, probando diferentes modelos para encontrar la que mejor se adapte o que busquemos una específicamente diseñada para nosotras.
Bicicletas específicas para mujer
Tenemos claro entonces, que no hablamos sólo del color de la bici ni de su parte estética. Si eres mujer y vas a comprarte una, te abordarán preguntas como éstas: ¿necesito una bici específica de chica o con una de chico iré igual?, ¿suspensión delantera ligera o una doble suspensión más cómoda?, ¿qué diámetro de rueda de 26", 27,5" o 29"?
Si no quieres equivocarte, te aconsejo que sigas las siguientes instrucciones:
- Visita una tienda de bicicletas que ofrezca una variedad de diseños específicos para mujeres. La marca Trek es una de las mayores defensoras de modelos para nosotras con su línea WSD (Women´s Specific Desing) seguida de otras como Specialized.
- Siéntate en distintas bicis hasta que halles una que te resulte cómoda. Las bicicletas de las mujeres suelen tener asientos más anchos que las de los hombres debido a la mayor separación de nuestros isquiones y otras diferencias anatómicas.
- Revisa el ancho del manillar. Las bicicletas para hombres tienden a tener manillares de hasta 42 cm (carretera) y unos 58/60 cm (montaña), lo cual es demasiado ancho para nosotras. Busca los que tengan entre 36 y 38 cm para mejorar la estabilidad y comodidad. Cuanto más pequeño sea el ancho de tus hombros, más estrecho debe ser el manillar.
- Comprueba la postura completa. Es decir, siéntate y coge el manillar y comprueba que tanto tu espalda tiene un grado de inclinación adecuado, como que los brazos quedan un poco flexionados. Debes encontrar una postura que te permita pedalear con comodidad, partiendo de que la distancia entre el sillín y el manillar sea idónea para ti.
- Prueba las marchas y frenos. Una queja común de las ciclistas mujeres es que los cambios son muy grandes para nuestras manos. Siéntate en la bicicleta y asegúrate que te sientes cómoda al activar los frenos y los cambios de marcha.
- Ajusta la altura del asiento para que tu cuerpo esté cómodo. Éste debe estar ubicado de modo que tus rodillas estén ligeramente dobladas cuando el pedal esté en su punto más bajo. Si el asiento no puede ser ajustado hasta ese punto, busca otro modelo.
- Pide una bicicleta ligera. Evita las que sean demasiado pesadas.
¿Doble o rígida?
A menudo muchas mujeres asocian doble suspensión a actividades ciclistas más radicales (una horquilla delante y un amortiguador detrás) y rígida (sólo horquilla delantera) para el resto de usos, aunque esto no tiene porque ser así.
En la actualidad ya podemos encontrar bastantes modelos de doble suspensión válidas para rally o xc, con un pequeño extra de peso que implica la suspensión trasera y los componentes (habitualmente de gama algo inferior para lograr contener el precio), pero a cambio con un incremento exponencial de comodidad y seguridad en terrenos complicados.
Las bicis rígidas ganan la batalla especialmente en el peso, algo prioritario para muchas mujeres, además de que por un mismo precio incluirá componentes algo superiores. La decisión estará influida por el tipo rutas que hacemos.
Si estamos hablando de terreno montañoso y con senderos repletos de piedras y "recovecos", con algunas dificultades técnicas, entonces la doble es tu elección. Si solemos hacer rutas más rápidas y por caminos con un firme más sencillo, pensando en pedalear rápido, la rígida puede ser lo más adecuado.
¿Qué diámetro de rueda debemos elegir?
Esta es la pregunta del millón en la actualidad para cualquiera, con las opciones de 26 y 29" con sus defensores y detractores de ambas medidas que no consiguen ponerse de acuerdo, aunque parece que últimamente ganan las 29", y a las que se ha añadido el diámetro de 27,5.
Muchas nos planteamos dar el salto a las 29" pero encontramos la limitación de la talla, pensando que no son buenas para una mujer de estatura media-baja, algo que a día de hoy no es correcto debido a la evolución de las geometrías de los cuadros pensados para nosotras.
El nivel de desarrollo actual de los fabricantes les ha permitido hacer cuadros lo bastante compactos como para que cualquier mujer pueda encajar en una 29" de su talla adecuada, sin tener que adoptar una postura extraña. Pero otra cuestión es la manejabilidad, menor en una 29" en terrenos revirados y técnicos aunque muy indicadas para ir rápido por caminos de buen firme. El tipo de uso que hagamos nos ayudará a elegir o no una de estas bicis, teniendo en cuenta que también son más pesadas.
¿Y las 27,5"? Son unas bicis muy polivalentes y pueden ser la solución para las mujeres que buscan una bici más rápida que su 26" pero aún siguen viendo a las bicis de 29" como excesivamente voluminosas y torpes. En la actualidad las bicis de 27,5" específicas para mujer son casi inexistentes en el mercado, aunque en 2014 se empezaron a ver algunos modelos.
Opta por la comodidad y la seguridad
En definitiva, las bicicletas con geometrías adaptadas a las medidas del cuerpo femenino, evitan que se adopten posturas forzadas e incómodas como llevar los brazos estirados o la cadera muy rotada hacia atrás respecto a la columna vertebral (con el consecuente dolor de lumbares y/o cadera). También existe un mayor control sobre la bicicleta.
Somos muchas las corredoras que hemos comenzado a practicar este deporte y a competir en bicis de hombre, y al estar acostumbradas a ellas se nos hace más difícil la adaptación a una bici de mujer. Pero sin duda merece la pena dejar de lado rodar unas décimas más rápido, para ganar en seguridad y comodidad.
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