Junto con el de salmón y aguacate, el de atún o versiones más de postre con frutas, el tartar de remolacha es una de las versiones del plato de carne más populares y que además es perfecto para vegetarianos y veganos, si se sustituye el lácteo por una versión vegetal.
Utilizando remolachas ya cocidas, de las que se comercializan enteras al natural en sus propios jugos, nos ahorramos tener que cocinar nada, ahorrando tiempo y también pasar más calor de la cuenta si estamos en verano. Las cantidades de ingredientes de esta receta son orientativas; lo mejor es ir probando y ajustando los sabores al gusto.
La chalota o cebolleta se puede omitir por completo o sustituirla por cebolla morada, encurtida o incluso caramelizada, si tenemos echa casera, para darle otra textura. Además de pepinillos, podríamos agregar unas alcaparras o darle un toque marinero con anchoas picadas -ya no sería vegetariana, claro-. Si te gusta el picante, usa mostaza a la antigua o añade un poco de pasta de chile o una guindilla picada muy finamente.
Escurrir bien las remolachas cocidas de su líquido, con cuidado que manchan mucho. Secar con papel de cocina y picar o cortar a cuchillo o con picadora en cuadraditos pequeños; disponer en una ensaladera o fuente.
Rallar fino un trocito de jengibre fresco pelado. Pelar la chalota y picar también muy fina o rallarla. Picar el eneldo si se usa fresco, previamente lavado. Cortar también en cuadraditos o picar finamente los pepinillos escurridos.
Añadir todo a la ensaladera y mezclar. Incorporar un poco de sal y vinagre, una cucharada de yogur o queso fresco batido y una cucharadita de mostaza. Remover hasta homogeneizar, probar y ajustar la cantidad de ingredientes al gusto, si hiciera falta. Reservar en la nevera hasta servir.
Emplatar con un aro o repartir en cuencos y servir con un poco de tomillo, perejil o más eneldo y un poco de pulpa de aguacate maduro mezclado con limón o de guacamole, más mostaza y yogur o queso batido o crema (opcional).
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Con qué acompañar el tartar de remolacha
Según la textura final y el grosor del corte de la remolacha podremos servir el tartar como si fuera una ensaladilla para comer con tenedor o cucharilla, y es perfecto para acompañar crudités, tostas de pan integral o regañás caseras. Podemos tomarlo como entrante o primer plato, servirlo en cucharillas o vasitos de aperitivo o convertirlo en parte de un menú de picoteo veraniego.
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