Hoy estamos más acostumbrados a tener buenas piñas todo el año en cualquier supermercado, pero sigue conservando ese aire exótico y de cierto lujo que muchos asociamos a las ocasiones especiales. Por eso nos gusta recuperarla para el postre en los menús de fiesta como Navidad, ya que además es muy ligera, digestiva y pone la guinda refrescante a una comida o cena copiosa.
Simplemente al natural, cuando es buena, es una delicia por sí misma, pero nos gusta vestirla un poco y cocinarla para darle ese punto festivo que apetece en fechas como Nochevieja. En este caso proponemos combinarla con sabores muy de invierno, usando zumo de naranja natural para darle dulzor y el aroma de muchas especias.
Añadimos miel o sirope de ágave o dátil como ingrediente opcional al gusto, si nuestras frutas no fueran suficientemente dulces, pero recomendamos prescindir de más endulzantes y confiar en el azúcar natural de la piña y la naranja. Además de la vainilla incluimos otras posibles especias que se pueden añadir, pero no son estrictamente necesarias en el caso de que no las encuentres.
Cortar la piña en cubos del tamaño de un bocado generoso, desechando el tronco central si fuera muy duro y fibroso, y los "ojos" de la corteza que puedan tener los laterales. Exprimir el zumo de las naranjas y abrir la vainilla por la mitad, en un corte longitudinal, raspando las semillas.
Disponer el zumo, la vaina partida, las semillas y las demás especias al gusto en una olla o cazuela ancha. Calentar ligeramente e incorporar la piña. Remover bien y dejar que coja temperatura sin hervir.
Mantener la cocción, removiendo de vez en cuando, unos 20-30 minutos, hasta que la piña esté tierna, jugosa y dulce. Probar el almíbar y añadir la miel o sirope solo en el caso de ser necesario, removiendo bien.
Retirar del fuego y dejar enfriar en la olla una hora. Repartir en cuencos o fuentes individuales y refrigerar hasta el momento de servir, con ralladura fina de lima y granos de granada o de bayas rojas al gusto.
Con qué acompañar la piña en almíbar de naranja
Además de servir la piña reposada con la ralladura recién rallada y fresca de lima, y la granada o frutos rojos, podemos agregar frutos secos tostados o un poco de chocolate negro de alta pureza rallado, o incluso fundido para crear un contraste de texturas y temperaturas. Si te gusta, la menta o hierbabuena también dará color y frescura.
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