Un clásico de la cocina española en verano, y más allá, es la ensalada campera, también conocida como la ensalada de patata por excelencia. En realidad hay infinitas variaciones de este plato frío con el tubérculo más extendido del mundo, y en los países mediterráneos encontramos especialmente muchas recetas y versiones adaptadas a los productos del lugar.
En esta versión proponemos una variante muy simple, totalmente vegana pero sabrosísima, rica en sabores frescos y que gana con cierto reposo, así que es perfecta para dejarla lista con antelación. Por comodidad podemos recurrir a las bolsas de patatas para hacer en microondas, ideales para dos personas como plato único o para tres o cuatro como entrante o guarnición. Recordemos además que el reposo de la patata para consumir en frío, como la pasta, reduce el índice glucémico y hace que sea un plato más saciante.
Esta vez nos limitamos a pocos ingredientes para que todos brillen y demostrar que no hace falta complicarse mucho para comer bien. Podríamos añadir unas alcaparras, pepinillos agridulces, pimientos asados o calabacín crudo, para seguir con los productos veraniegos. Utiliza los tomates que tengas a mano pero que tengan sabor y estén ligeramente maduros y tus aceitunas favoritas.
Cortar la cebolla en juliana fina y dejar en un cuenco con agua muy fría para que suelte potencia y quede más crujiente y fresca. Hacer una vinagreta batiendo el aceite de oliva con la mostaza, el vinagre y el zumo de un limón -al menos dos cucharadas-.
Cocer las patatas siguiendo las instrucciones del paquete o en agua hirviendo, al vapor o microondas durante unos 7-10 minutos, según tamaño. Comprobar para que se puedan atravesar con un tenedor y escurrir y enfriar rápidamente.
Esperar a que se puedan pelar sin quemarnos, o dejarlas con piel, y cortar en piezas de un bocado. Disponer en una ensaladera y salpimentar ligeramente, removiendo con suavidad, y añadir la vinagreta con las patatas aún templadas, para que cojan buen sabor.
Escurrir la cebolla y añadir, junto con los tomates troceados y las aceitunas enteras o cortadas por la mitad. Lavar un puñado generoso de albahaca y perejil, secar bien y picar, y añadir a la ensaladera. Mezclar todo bien agregando un poco más de pimienta y, si se desea, ralladura de limón.
Dejar reposar en la nevera antes de servir.
Con qué acompañar la ensalada de patata mediterránea
Si necesitamos o queremos añadir proteínas a la ensalada, sin que deje de ser vegana, podemos añadir garbanzos cocidos o unas alubias que estén cocidas al dente, para que no se rompan mucho al mezclar, o también unos dados de tofu tal cual o salteado previamente; también seitán o tempeh. Si somos ovolactovegetarianos, le iría de fábula el clásico huevo cocido y algún queso fresco ligero, como dados de queso feta, queso de Burgos o mozzarella.
En Vitónica | Ensalada de cintas de calabacín con avellanas y queso parmesano
En Vitónica | Ensalada de garbanzos con queso feta y limón
Ver 0 comentarios