Verano, sol, playa... y morenito. Parece que va todo junto, hasta el punto de que las personas con la piel muy blanca (servidora) a menudo nos encontramos con comentarios entre jocosos y molestos que ponen en duda que hayamos estado de vacaciones si quiera: "¿Vienes de la playa? ¡Pues no se te nota!".
Tostarse al sol es para algunos una de las actividades preferidas del verano, pero hay que tener mucho cuidado con esto, ya que los riesgos son mayores que los beneficios. Así que aquí van algunos consejos para cuidar tu piel bajo el sol.
Utiliza protector solar siempre...
Aunque seas de piel oscura, aunque te pongas moreno en seguida, aunque no vayas a estar mucho rato al sol, aunque pienses pasarte el día metido dentro del agua... siempre, siempre, siempre debes aplicarte protector solar.
Las personas de piel oscura también pueden sufrir un cáncer de piel, y de hecho generalmente en ellos se detecta en estados más avanzados, lo cual empeora el pronóstico. Lo que llamamos bronceado es en realidad la reacción de la piel al daño producido por el sol, así que protegerla es necesario antes y también después. Un daño que puede producirse aunque la exposición sea corta, especialmente si es en las horas centrales del día, y aunque estemos dentro del agua aunque no lo notemos.
Por eso, nunca dejes de ponerte protector solar.
...y úsalo bien
No sirve de nada usar protector solar si no lo aplicamos correctamente. Busca el que sea necesario para tu tono de piel y tu nivel de exposición al sol, recurriendo a factores más altos si tienes la piel muy clara y especialmente para la cara y los hombros, que en verano quedan más expuestos.
Aplícalo una media hora antes de exponerte al sol y renuévalo cada dos horas untándote de nuevo, más a menudo si te bañas ya que eso puede reducir su eficacia.
Búscalo en el formato que más cómodo te sea (crema, espray, loción...) pero ten en cuenta que distintos formatos pueden durar menos tiempo, así que lee las instrucciones del producto elegido y asegúrate de seguirlas. Además, comprueba de un año para otro que tu crema solar no ha caducado, ya que eso hace que su eficacia se reduzca.
Sigue cuidando tu piel el resto del día
Pero no solo del sol vive el cuidado de tu piel en verano. Asegúrate de mantenerla limpia y sobre todo hidratada el resto del día. No pases mucho tiempo con el bañador mojado y dúchate cuando terminen los baños del día para quitarte los restos de sal, arena o cloro de la piscina, que pueden resultar irritantes.
Después de un día de agua y sol, presta especial atención a su hidratación aplicando geles de aloe vera o especialmente orientados a hidratar la piel. De nuevo, la piel de la cara, el cuello y los hombros es la más expuesta, así que busca una crema hidratante apropiada.
Hídratate también por dentro
Aplicar cremas hidratantes es una forma de cuidar la piel, pero que no se te olvide hidratarte también por dentro: bebe mucha agua y toma alimentos ricos en agua, como fruta fresca.
La hidratación no solamente mantiene la piel bonita, también la mantiene sana, sosteniendo su estructura interna, evitando las lesiones y ayudando a prevenir y aliviar posibles quemaduras solares.
Alimentos para cuidar la piel
Durante el verano, que es especialmente duro para nuestra piel, es importante consumir lo suficiente de algunos alimentos que nos aportan vitaminas y grasas esenciales para cuidarla.
Asegúrate de que tu dieta incluye, entre otras cosas, pescados como el salmón, ricos en ácidos grasos omega 3 que mantienen la piel hidratada; el aguacate, que además de grasas saludables contiene vitaminas E y C, que protegen la piel del daño oxidativo y le ayudan a producir el colágeno que necesita, respectivamente; zanahorias y tomates, ricos en carotenoides, un componente que protege la piel del daño causado por el sol...
Sobre todo, no te pases con el sol no merece la pena
En realidad, el mejor consejo que podemos darte es que no te obsesiones con ponerte moreno y que controles cuidadosamente la exposición solar de tu piel. Los rayos del sol son muy agresivos, y el daño que pueden causar a tu piel no se compensa con un componente estético.
Por eso insistimos en que utilices protector solar, que no te expongas al sol durante ratos muy prolongados y que intentes evitar las horas centrales del día en los que el sol es más intenso. Y sobre todo, pasa de la idea de quemarte para luego ponerte moreno, ya que la piel va acumulando el daño recibido y lo que hoy es una noche incómoda por una quemadura solar puede convertirse en un caso de cáncer de piel más adelante.
Imágenes | Unsplash y Pixabay
En Vitónica | Guía para comprar la crema solar adecuada